¿Pagarías 311.000 € por una clásica?

Los precios alcanzados en las subastas por las motos clásicas de colección cada vez son más altos. ¿Por qué? La razón hay buscarla primordialmente en que las grandes fortunas buscan nuevos nichos de inversión, ya que el mercado inmobiliario ha perdido peso y ha dejado de ser negocio. Ahora la moto clásica es una inversión, como las obras de arte, las joyas o la pintura.

En la última subasta de la casa Bonhams, la Stafford Sale, la recaudación total ascendió a más de dos millones y medio de euros, una locura, sobre todo si lo que se subasta son solamente motos. Lo curioso es que la gran mayoría de las motos subastadas superaron el precio estimado de venta.

La moto más cara de la subasta fue, cómo no, una Brough Superior SS100 de 1939, que fue utilizada por el creador de la marca –George Brough– en una competición. Se estimaba venderla como máximo en 220.000 euros, pero el martillo cayó en los ¡311.000 euros!

Otros modelos cotizados fueron una Henderson modelo C de 1914, que superó los 98.000 euros; una Bimota HB1; una Brough Superior a piezas, que se vendió por 45.000 euros, o una MV Agusta 750S, cuyo precio final –de récord para este modelo– fue de ¡105.00 euros! Pero la nota curiosa la puso una Ducati 851 Lucchinelli réplica de 1989, que todavía estaba embalada en su caja original de transporte… Se pagaron 46.000 euros por ella.

La locura de las subastas sigue. ¿Dónde está el techo?

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