Ossa suena bien

En noviembre se presentó al mundo en el Salón de Milán, a principios de año, la misma moto, la que aún no había pisado tierra, se presentó al Gobierno de la Generalitat de Catalunya. Meses más tarde se filtraron unas fotos de acción y ahora, ocho meses más tarde, se ha presentado a la prensa para que todos podamos comprobar que va, que funciona. Ahora sólo falta empezar a recibir las piezas de las motos de serie para montar las más de 1.200 motos que ya tienen pedidas en varios países del mundo.

Marc Colomer ha arrancado la TR280i y la Ossa ha sonado bien, a moto de trial, de verdad. El excampeón del Mundo, que es el encargado de probar y evolucionar la moto del resucitado trébol verde, ha rodado durante una media hora mostrando que todo parece estar en perfecto estado en esta primera moto salida de la novísima fábrica de Girona.

Aquí pudimos ver que el 90% de la moto presentada en el proyecto inicial está funcionando. Únicamente un cambio visible, el de la horquilla invertida, que finalmente no ha sido montada por un problema de suministro de la marca Marzocchi, y la actual lleva una horquilla tradicional, como el resto de marcas del mercado. Por lo demás, todo lo revolucionario sigue en pie, y resiste, ya que en las exhaustivas pruebas a las que ha sido sometida la moto durante los dos últimos meses, la Ossa se ha mostrado “fiable, lo más importante para nosotros”, tal y como recalca el presidente de la marca, Joan Gurt. Todo, desde el depósito hasta la suspensión, pasando por la inyección –inédita en una trialera 2T- poco o nada tiene que ver con el resto de motos del mercado.

Al final de esta primera sesión de entrenamiento público, y durante la visita a las instalaciones que Ossa tiene en la capital gerundense, Gurt ha dado a conocer varios detalles importantes de la marca, principalmente de sus aspiraciones a corto y medio plazo. Para empezar, que la producción de la moto se iniciará –“según lo previsto”- el día 1 de septiembre, para montar las 1.250 motos que tienen demandadas, de las que un 80% se destinará al mercado internacional. Las primeras unidades estarán en las tiendas aproximadamente sobre el día 15 del mismo mes.

Competición

Mientras tanto, se seguirá desarrollando el prototipo de carreras, que puede rebajar aún más si cabe el mínimo peso de serie de la TR280i, de 64 kilos “y medio”, como destaca Gurt, la más ligera de todas. La moto de competición –puede rozar los 61 kilos- estará destinada a un piloto que competirá el próximo año en el Mundial. “Ya lo tenemos”, dijo, y aunque no dio nombres, no hace falta ser muy hábil para descubrir que puede tratarse del gerundense Jeroni Fajardo, “un piloto capaz de estar entre los tres primeros”, puntualizó.

Futuro a medio plazo...

Además, Ossa no quiere quedarse en la parcela de trial. Y si bien, una 250 y una 125cc podrían ser los siguientes productos –lógicos- a la 280, todo “depende de la demanda”, y es que en Ossa han aprendido de los errores que han protagonizado otras marcas del sector, y tienen una forma de funcionar, como empresa, que quiere ser lo más sostenible posible. Así, no habrá nuevos proyectos si no se pueden sustentar económicamente desde un principio. Nuevos proyectos como el de fabricar una moto de enduro, de la que ya han empezado a esbozar las primeras líneas; será una 250cc 2T, y la principal máxima es que también aporte algunas novedades técnicas al sector.

La anécdota está en “la tercera moto”, que dejó entrever Gurt que podría fabricarse en un futuro. Aunque ésta no sería más que unas pocas unidades de una “retro”, para contentar a los nostálgicos fans de la marca del trébol.

Fábrica modelo

En la nueva fábrica de Girona, y no sólo para desarrollar esta primera unidad ya se han invertido unos 5 millones de Euros, el 95% “capital particular” de los socios de la marca, principalmente Jordi Cuxart, y también de Joan Roma, Joan Gurt y Alex Laplaza. Este mes de agosto espera llenarse de los componentes de la moto que irán llegando, montados, de los proveedores. En la factoría, ahora con las estanterías y la cadena de producción vacía, “sólo” se ensamblarán las diferentes piezas, y se pasará un segundo control de calidad –el primero se ha pasado en los diferentes proveedores-. La parcela cuenta también con una zona de pruebas para poder verificar que todo está correcto.

La fábrica puede asumir una producción de hasta 6.000 motos anuales, aunque lo óptimo son 3.000, cifra a la que puede llegarse en el segundo año de vida de la marca. Ahora, el trébol de la suerte sólo ha hecho que empezar a rodar... por segunda vez.

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