Cuando en abril de 2011 Polaris compró los derechos de la renacida y centenaria marca americana, se propuso relanzarla en todo su esplendor. Para ello comenzó básicamente a remozar ligeramente la gama existente de dos modelos, más variantes, pero también comenzó, en secreto, a diseñar un motor totalmente nuevo que hicierse honor a su historia y linaje.
Pior ello lanzan el Thunder Stroke 111, un motor que externamente recuerda de inmediato a los motores de las primeras Indian de los años 30. Con sus culatas redondeadas, colectores de escape con salida recta hacia el suelo, el filtro de aire en el lado izquierdo y su estructura rematada con la inevitable cabeza del indio, es un homenaje al pasado que mira hacia el futuro.
Dotado de cigüeñal forjado, tres árboles de levas en el cárter, culatas con dos válvulas por cilindro, y empujadores paralelos que discurren por unos conductos externo cromados muy vistosos, tiene lubricación por cárter semiseco y se le añade un radiador de refrigeración del aceite. Para alimentarlo, como no, se ha instalado una obligada inyección electrónica, con puño de gas electrónico -toda una declaración de intenciones-, además está dotado de una caja de cambios de seis velocidades, embrague multidisco en aceite con limitador de par -antirrebote-, y sus culatas tienen una compresión de 9,5:1.
El nuevo motor se fabrica en las instalaciones de Osceola, Wisconsin, y la nueva gama de modelos 2014 se montará en la factoría de Spirit Lake, en Iowa. Una vez mostrado el motor, estamos ansiosos por conocer cómo serán las motos que moverá este nuevo motor.
Por cierto, si queréis ver cómo suena, os dejamos con este video.