Una macroempresa como Honda tiene la posibilidad, el deber y, sobre todo, la responsabilidad de innovar para reducir su impacto en el entorno. Como constructores de motores, llevan más de una década avanzando hacia las emisiones cero. Concretamente en el sector de las motocicletas hace tiempo que trabajan para adaptarse a las normativas futuras, y fueron de los primeros en abandonar el motor de 2 tiempos. Últimamente, las ciudades están siendo conquistadas por su PCX 125, que combina el sistema PGM-FI con el Idle-Stop. Más allá de este tipo de mejoras, la hibridación puede ser un primer paso para las marcas, pero a medio plazo la idea es lograr un motor eléctrico seguro, sostenible, que se deje conducir con normalidad y que tenga suficiente autonomía para tramos urbanos. No estamos ya tan lejos.
En pruebas
De momento, el EV-Neo sigue en pruebas exclusivamente en Japón y en Barcelona, que ha sido la única ciudad de la CE elegida para monitorear y probar su adaptación al uso diario, para lo cual se han cedido algunas unidades al consistorio de la ciudad y al RACC. El EV-Neo ha sido desarrollado para un uso institucional: en empresas de mensajería, distribución, etc. De ahí que cuente sólo con un asiento y el del pasajero quede substituido por un portacargas. Un asiento cómodo y una posición convencional hacen que por un momento olvidemos que es un scooter eléctrico. Lo mismo sucede al arrancar.
En la exigente redacción de Solo Scooter y Solo Moto, por una vez sonaba la palabra “normal” como algo positivo. Efectivamente, el EV-Neo es un scooter “normal”; no da sobresaltos de tipo todo-o-nada en la entrega de potencia, ya que Honda lo ha diseñado de forma que se comporte básicamente como un modelo con motor de gasolina: cuando se acciona el acelerador, el sensor de apertura del acelerador convierte los grados de giro del puño en una señal eléctrica que se comunica con la centralita, que recibe información también sobre el estado de la batería (temperatura, carga, etc.) y decide la potencia óptima a entregar.
La distribución de pesos también se tuvo en cuenta en el diseño de todas las piezas y el montaje final, con lo que se ha logrado que se mueva con naturalidad y sin inestabilidades en el tren delantero.
Cierto es que quizás se agradecería un poco más de potencia (Honda declara 2,8 kW en su motor eléctrico –unos 3,8 CV-, por lo que sería equivalente a un ciclomotor). Algunos detalles podrían pulirse, como el aviso de “reserva”. La batería de iones de litio tiene una autonomía de 34 km recorridos a 30 km/h sobre terreno nivelado, según ha comprobado Honda. De momento es algo difícil saber para cuántos kilómetros, o mejor dicho, cuánto tiempo, tenemos por cada raya del indicador de batería. Cuando le queda una raya empieza a emitir pitidos... y para cuando te estás preguntando qué significa un dibujo de una tortuguita en la pantalla... ¡ya está, no hay más! Detalles por pulir. Se trata de modelos aún lejanos a los de una futura producción en serie. Por lo demás, el tacto de los mandos, el de los frenos -pese a que hablemos de dos sencillos tambores- o la manejabilidad en parado son típicamente Honda: rozando la perfección.
Sistema de carga
Parte de la novedad del EV-Neo es que llega con dos sistemas de almacenaje de energía. El cargador normal carga la batería desde cero a 100 % en aproximadamente 3,5 horas, y es una unidad portátil que encaja bajo el asiento. Pero además se incluye un cargador rápido, pensado para aquellos que no tienen enchufe en el parking de casa, o que quieran una batería de repuesto en el trabajo. Es algo así como una neverita que podemos subir a casa o a la oficina, cargarla tranquilamente, y luego traspasar su carga por completo al EV-Neo en unos 30 minutos.
Lo que lo hace distinto a todo lo demás llega al arrancar: silencio. Bendito seas, silencio. Como ferviente admiradora de escapes que suenan a rayos y truenos en un circuito, admito que en ciudad, en 2012, sobran por completo los ruidos de las 50 c.c. mal carburadas, de las 125 4T con tubos escandalosos y de grandes motores a los que oímos sufrir de calor en los semáforos. Miles y miles de motores en marcha a la vez lo único que logran al fin es estresar al personal. Durante la sesión de fotos me fijaba en una máquina cortacésped de gasolina que andaba seguramente molestando a la mitad de vecinos y oficinistas de los alrededores e imaginé una ciudad en silencio. Cierto que nos costaría un poco aprender a saber por dónde vienen los vehículos, y deberíamos estar alerta, porque aún hoy en día el sonido es una medida preventiva de seguridad... pero, ¿podéis imaginar cuánto mejoraría nuestra calidad de vida sin todos esos ruidos innecesarios? Si solamente todos los servicios de correos y mensajería, reparto a domicilio, gestorías, etc., tuvieran máquinas silenciosas y sostenibles como este simpático EV-Neo, estaríamos por fin en el buen camino hacia una ciudad más agradable.
Solo +
Doble sistema de carga
Tamaño reducido
Plataforma plana
Manejabilidad
Tacto general
Solo -
Espacio bajo asiento
Autonomía escasa
Frenos de tambor
Por Esther Nubiola
Prueba publicada en el Solo Scooter 156
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