Nos subimos a una auténtica trail, la Honda CRF 250 L

Honda ha recurrido al concepto trail para sacar al mercado esta CRF 250 L. Y la siglas XL de Honda tienen mucho peso en la historia de la casa del ala dorada puesto que con una serie de modelos (ver recuadro) han permitido a miles de motoristas, de las últimas décadas, disfrutar del off road con toda su intensidad.

La CRF 250 L no es una moto de cross, ni tampoco una moto de Enduro, pese a que se ha recurrido a su estética por una cuestión de familia. Se trata de una trail muy versátil de 144 kg. de peso y 23 cv de potencia. Su carácter abierto encaja con los amantes de las excursiones en donde destaca por su facilidad de conducción. Una manejabilidad y el motor suave y progresivo, lo apreciarán tanto aquellos que quieran iniciarse en el off road, como motoristas con más experiencia que busquen una moto poco estresante, que facilite la diversión y sensación de control por encima de todo.

Impulsada por un pequeño pero moderno motor monocilíndrico DOHC de 4 T capaz de rendir 23 cv de potencia heredado de la CBR 250 R y con doble árbol de levas, monta un eje de equilibrado contra rotante, un sistema de inyección electrónica PGM-FI típico de Honda y un ingenioso sistema con el único cilindro desalineado con respecto al cigüeñal, que le proporciona un tacto suave y progresivo. Olvídate de las antiguas y más sencillas trail de este estilo (XL 200, Yamaha XT 350...), porque este propulsor de nueva generación es más moderno y eficaz. Brilla con luz propia gracias, entre otras cosas, a un nivel de vibraciones muy bajo y es capaz de subir más allá de las 10.000 rpm.

El chasis es un doble viga en acero que recuerda al de la gama de Enduro/Cross, pero en este caso se ha desarrollado de forma específica para este modelo. Un chasis de acero perimetral, semi-doble cuna fabricado con tubos de sección semi oval. La cuna se desdobla a la altura del cilindro y monta un subchasis desmontable. El conjunto de suspensiones es de buen nivel y el amortiguador trasero con bieletas, va montado sobre un atractivo basculante en fundición de aluminio. La horquilla Showa es invertida (barras de 43 mm.) y no es regulable.

En resultado de esta combinación es una moto para desplazarse por ciudad y carretera con comodidad, antes de iniciar una excursión o travesía, con la que en pistas y senderos disfrutarás de la sensación de control que transmite un conjunto muy homogéneo.

Su nivel de equipamiento es superior al de una moto de Enduro. Monta una completo cuadro de instrumentos con indicador de nivel de combustible incluido, dos generosos retrovisores, interruptores fáciles de accionar y no falta un pequeño espacio para poder colocar algo de equipaje, además de ganchos para los pulpos.

Otros detalles agradecidos son la accesibilidad del filtro del aire, las protecciones de las barras de la horquilla delantera o el protector del cárter, detalles todos ellos que demuestran el talante off road de nuestra pequeña protagonista. Tampoco falta una práctica caja de herramientas situada en el lateral izquierdo, así como unas bien estudiadas estriberas para el pasajero.

Es decir, que está bien preparada para hacer una larga excursión “off road”, con la ventaja de que si por cuestiones del itinerario te has de ver obligado a hacer algún tramo de asfalto, lo harás con un nivel de confort muy superior al de una moto de enduro “puro y duro”.

En este aspecto, al margen de que el motor vibra poco, los neumáticos también colaboran a la sensación de confort que esta pequeña cuatro tiempos transmite.

Agradable

La posición de conducción es cómoda, en una moto agradablemente silenciosa. Con un talla media llegarás al suelo con comodidad y es este un aspecto importante para adentrarte en senderos, zonas rocosas o trialeras, tanto como generoso ángulo de giro. Las estriberas son dentadas, sin goma, y de generosas dimensiones lo cual se agradece para conducir de pié. El conjunto del chasis y suspensiones se adapta bien al cometido de esta pequeña CRF. El chasis transmite sensación rigidez y precisión, mientras que las suspensiones tienen un recorrido suficiente y sin duda son parte importante de la sensación de control que transmite esta CRF.

El motor es muy silencioso, vibra poco y el tacto del cambio de seis velocidades y del embrague es todo un lujo: suave y preciso. Un motor conceptualmente moderno. No es un motor lento como el de las antiguas XL, sino que sube de vueltas con alegría, es progresivo y te entrega una buena dosis de potencia a lo largo de toda su gama de utilización. Con una generosa cantidad de par a medio régimen, es elástico y fácil de conducir, sin faltarle un punto excitante en su parte alta. No tiene la “patada” de un motor de cross o enduro, sino que la entrega de potencia es progresiva y junto con una parte ciclo muy sana, invitan a una conducción relajada, a largas excursiones, al contacto con la naturaleza.

Sin ninguna duda, la rueda de 21” facilita la conducción en off road y si buscas neumáticos más específicos, con las medidas de 21” delante y 18” detrás tienes una amplia oferta en el mercado. La frenada es progresiva tanto delante y detrás y con la potencia suficiente.

Otro aspecto a su favor es el bajo consumo, pues se sitúa por debajo de los 4 litros a los 100 km y con su depósito de combustible de casi 8 litros de capacidad (7`7 litros), su autonomía puede llegar a los 200 km en función del tipo de conducción.

Una moto con la que los que se inicien en el off road se encontrarán cómodos y sin las limitaciones en cuanto altura de asiento o respuesta de motor más violenta de una moto de Enduro. Y aquellos más entrados en años, sobre la CRF 250 L, disfrutarán de la comodidad de una moto poco exigente, divertida y fácil de conducir, que transmite una agradecida sensación de control.

Esta facilidad de conducción sobre la que tanto insistimos, es la que a nivel práctico llena de satisfacción puesto que incita a buscar tus limites...

En definitiva, Honda recupera el concepto trail de la familia XL y ojalá tras el nacimiento de esta pequeña 250, se decida fabricar una versión de mayor cilindrada...

Prueba publicada en la revista Solo Moto OffRoad nº147

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