El periodista italiano, pura discreción, no habitual en la sala de prensa del Mundial de motociclismo, luciendo una camiseta negra con el logo de moto.it, hizo el ademán de levantarse de su asiento para realizar una pregunta a Marc Márquez pero, viendo que no hacía falta levantarse, decidió hacérsela sentado en la primera fila del altillo del hospitality de Honda, repleto como siempre.
La cuestión giró alrededor de cómo le afectaba tanto ruido en su entorno a la hora de competir. Y Marc, que tiene ya las tablas de un actor de los más cotizados, que sabe más por viejo que por diablo ¡y mira que es demonio!, respondió apenas sin pestañear: “No me afecta en absoluto. Mira”, le dijo al muchacho, insisto, todo corrección, “yo ya tengo 30 años, si algo así me hubiese pillado a los 20, posiblemente sí me hubiese vuelto loco o hubiera visto seriamente afectado mi rendimiento en la pista”.
Y dijo más, sí. “No sé si te has dado cuenta pero hasta yo participé, el pasado jueves, de este juego. De verdad, entiendo el ruido que se genera a mí alrededor, no digo que me parezca bien o que lo comparta, pero he aprendido, con el paso de los años, que es normal en el deporte y, sí, también en el motociclismo. Me lo tomo con paciencia, insisto, hasta, a veces, me rio con los míos, bromeamos sobre lo que oímos y/o leemos y punto, pero nunca me desconecto de mi trabajo, que es mucho e intenso”.
Marc Márquez es ya un veterano que ha lidiado en muchas plazas, y está preparado para todo
No digo que Márquez y los suyos, que han cambiado muchísimo, sí, muchísimo, estén controlando la situación con una mano. No, no digo eso, pero, por lo observado en los últimos grandes premios, especialmente desde Silverstone cuando, a las figuras de Koji Watanade y Shiniji Aoyama, se sumó Hikaru Tsukamoto, máximo responsable de la división de dos ruedas de Honda, uno tiene la sensación de que el ocho veces campeón del mundo ha detectado, siempre de la mano de Alberto Puig, Team Manager del equipo Repsol Honda y persona en la que MM93 confía ciegamente, que algo está cambiando en Honda y su departamento de competición.
Detectar ese cambio, que no solo va, al parecer, en la dirección de cambiar si mentalidad y empezar a trabajar de otra manera en un cambio radical de moto, sino que también implica la contratación de talento europeo, de ingenieros capaces de aportar sus conocimientos más modernos y actuales a una organización, tal vez, algo anquilosada, ha hecho que Márquez empiece a decantarse por conceder la última oportunidad (2024) a Honda, cumpliendo el año de contrato que le queda.
La respuesta al joven colega italiano llevaba implícita, en efecto, la sensación de que Márquez y los suyos, especialmente Jimmy Martínez, el manager que sustituyó a Emilio Alzamora, controlan la situación con sumo mimo e, incluso, hay quien piensa que, posiblemente, estén preparando un curioso e impactante modo de anunciar que seguirán en Honda.
La situación es tan curiosa, por no decir que esperpéntica, que es posible que, por vez primera, alguien anuncie que sigue, cuando la noticia sería que se va, que cambia de equipo, que pide la libertad. Nadie anuncia que sigue cuando tiene contrato en vigor pero, insisto, el caso Honda-Márquez se ha convertido en algo demasiado único y especial.
Todo indica que Márquez está decantado a conceder una última oportunidad a Honda
No hay duda que el cambio de vida y de planes de Márquez al romper totalmente con el pasado, cambiar de manager, instalarse en Madrid, una ciudad, una vida y un ambiente que no tiene nada que ver con Cervera (Lleida), crear su propia agencia de representación y aumentar el número de expertos en redes para controlar, popularizar y sacar aún más partido a su imagen, forma parte de esa manera distinta de controlar una situación tan mediática como la actual.
Por eso su divertida ‘story’ del jueves pasado en Instagram, por eso la constante manera de reírse, de bromear, sobre los muchos rumores o ‘fakes’ que han salido publicados a lo largo de las últimas semanas, que tanto Marc como Àlex Márquez, a quien también han estado preguntando continuamente sobre si eran ciertos o no todos esos rumores, han contestado diciendo “os pasáis el día tirando triples y alguno entrará, por supuesto”.
Es evidente que Márquez, que parece ya decantado a conceder, insisto, una última oportunidad a Honda y por eso las declaraciones del lunes, en Misano, diciendo que el primer ‘proto’ 2024 que ha probado “no mejora en casi nada a la moto actual, pues hace los mismos tiempos y sufre las mismas carencias”, está forzando a la firma japonesa a demostrarle, cuanto antes, la lista de refuerzo técnicos que ha logrado en todas las áreas de la moto y el nuevo plan de actuación.
El ocho veces campeón es conocedor de que aún le quedan unas cuantas temporadas para remontar
Pese a que ya no tiene 20 años, como dijo al responder al periodista de Moto.it, Márquez sabe que aún le queda un buen puñado de temporadas para remontar el vuelo. No olvida que su ídolo, Mick Doohan, ganó su primer título de los cinco que atesora, cuando ya tenía 29 años, es decir que MM93 está a tiempo de superar, sin duda, los nueve títulos de Valentino Rossi, que corrió hasta los 42 años. Y, en ese sentido, Márquez ha visto ganar sus primeros grandes premios a Aleix Espargaró, superados ya los 33 y protagonizar, este mismo año, auténticas exhibiciones a Dani Pedrosa, con 37 largos años.
Hay quien dice que uno de los puntos que está retrasando la resolución de la decisión es el enamoramiento que el ingeniero y gurú de Ducati, Gigi Dall’Igna, siente por Márquez, devoción, admiración, cuentan, que el ocho veces campeón del mundo profesa también por el creador de la (casi) invencible ‘Desmosedici’.
Es evidente que un acuerdo entre ambos, fruto de la disposición que los dos tienen por trabajar juntos, haría que todo se decantase o bien a favor de Honda, viajando Dall’Igna a la factoría japonesa, o fichando MM93 por el ‘team’ de Nadia Padovani, viuda de Fausto Gresini. Esa unión de producirse, fuese donde fuera, haría estallar el Mundial en mil pedazos y, sin duda, generaría espectáculo puro en el 2024. O 2025, que más da.
El prototipo de la Honda 2024 no es un cohete y Márquez se dio cuenta en 5 vueltas
Una cosa está clara, pese a la contundencia de las cortas, cortísimas y repentinas declaraciones de Márquez del lunes (se hicieron apenas comenzado el test de Misano, ante la sorpresa de los 20 periodistas que se quedaron para el test de Italia), el ensayo del lunes en el circuito donde Jorge Martín (Ducati) ganó el Gran Premio de Misano Adriático no supuso sorpresa alguna.
Se cumplió la leyenda que, a lo largo de las últimas carreras (Silverstone, Austria y Barcelona), circulaba por el ‘paddock’: el ‘proto’ 2024 que Honda pondrá en manos de Márquez no es un cohete. Y no lo fue. Marc se dio cuenta en solo cinco vueltas. Por eso decidió convocar a la prensa y seguir apretando a Honda.
El secreto, el plan A, el plan B y el plan C, siguen siendo intimísimos, tanto que cuando le preguntamos a Márquez cuantas personas los conocían, se limitó a decir, sin dudarlo, que solo “una o dos personas” de su máxima confianza lo saben.
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