Motoh! Cuando las marcas abandonaron a su público

Motoh! Cuando las marcas abandonaron a su público

Si alguien pensaba que el interés del público por los salones del motor había menguado, debería haberse acercado a la plaza de España de Barcelona estos pasados días: incluso desde el jueves, el día en que el Salón del Automóvil y Motoh! abrieron sus puertas, la avenida de María Cristina y sus pabellones se vieron abarrotados de fieles acólitos del motor.

El sábado por la mañana, y a pesar de que la climatología no favorecía a que la gente saliese de casa, miles de entusiastas se acercaron al Motoh! para ver sus motos favoritas, formándose largas colas en la entrada… pero para desilusión de la mayoría, muchas de esas motos no estaban allí.

El poco espacio que se destinó a las dos ruedas era un hormiguero de moteros con ganas de ver de cerca sus motos favoritas, e incluso de poder encaramarse encima de algunas y poder soñar, pero no…

De las grandes, tan sólo Yamaha, BMW, Kawasaki, Harley e Indian tenían stand, a través de algunos de sus distribuidores. También estuvieron Benelli, Motos Bordoy o Sym, la recién llegada Kove o QJ Motor, ésta con uno de los espacios más grandes de la feria. Y luego, un sinfín de marcas provenientes de China a través de sus distintos importadores, con muchos scooters eléctricos. El gigante asiático quiere hacerse hueco en Europa a pasos agigantados.

Yadea montó un enorme stand… dentro el Salón del Automóvil, no del Motoh! Queda claro a qué público se dirige la rama eléctrica de Kymco.

Sin embargo, notamos la sentida ausencia de fabricantes de relevancia, nombre ilustres del sector, que hace ya tiempo que han decidido no apostar por los salones.

Comentarios como “esto es una mierda”, “es muy pequeño” o “faltan muchas marcas” , los oímos en diversos momentos del pasado sábado. No era para menos.

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Internet es más barato, esa es la realidad

Desde hace mucho tiempo, las grandes marcas parecen haber tirado la toalla a la hora de acercar sus nuevos modelos al público en los salones. Es mucho más económico y más rentable, a la hora de obtener una mayor repercusión mediática, lanzar sus nuevas motos online, previos ‘teaser’ (eso tan de moda estos últimos años que es enseñar solo una pequeña parte, una silueta, etc.) y anunciando con anterioridad la fecha y la hora de la presentación. De esta manera se llega a millones de seguidores y potenciales clientes con una mínima inversión.

La debacle de los salones de motos no es algo exclusivo de España: eventos tan notables como el EICMA de Milán o el Intermot de Munich han visto descender tanto sus expositores como, por ende, su público.

Para los fabricantes, la ecuación inversión/resultados en el lanzamiento de nuevos modelos es mucho más favorable a través de internet que presencialmente en un salón.

Es una realidad, pero también una inmensa pena. Los salones de la moto eran la ilusión de muchos, grandes y pequeños, su oportunidad de ver y de tocar todas aquellas motos -todas de una vez- que habían visto previamente, solo de manera virtual, a través de las revistas o de internet.

Los tiempos cambian, está claro, pero no necesariamente para bien… Para bien de todos, quiero decir.

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