Este fin de semana arranca el test de Portimao de MotoGP, el último antes de que empiece esta temporada 2023 en este mismo circuito portugués. Recordemos que el GP de Portugal, que da inicio al Mundial, tendrá lugar aquí del 24 al 26 de marzo.
No todos los equipos llegan al Algarve en las mismas condiciones. La marca que arrasó la temporada pasada, Ducati, lo hace con el trabajo prácticamente hecho. Las Ducati dominaron en Sepang, y siete de las ocho Ducati estuvieron siempre en el ‘Top 10’.

La fábrica de Borgo Panigale no ha caído en el error de la temporada pasada, en la que empezó con una moto nueva y muchos temas por resolver en las primeras carreras. Tanto Bagnaia, como Bastianini como Martín ven que la nueva moto, aún por acabar de pulir, ha mejorado en el motor, la electrónica y la parte ciclo.
La GP23 es una evolución respecto a la GP22 y no una revolución. Las GP22 del año pasado ya son una garantía para los equipos satélite del Gresini Racing y del Mooney VR46.
Europa al poder
La otra candidata a ser protagonista esta temporada es Aprilia. La moto de la temporada pasada ya era buena, y esta RS-GP 2023 ha mejorado en todos los aspectos: el motor corre más, la electrónica es más precisa y la parte ciclo permite que gire mejor. En Sepang fueron las únicas que se mezclaron con las Ducati. Viñales está muy a gusto con ella y un maduro Maverick deberá ser uno de los protagonistas de este 2023, con un Aleix que damos por descontado que también dará guerra.

KTM ha estado y está trabajando mucho. Aunque en Sepang los tiempos no fueron especialmente relevantes, la moto ha sufrido una gran evolución. Pol Espargaró, que regresa a su antiguo equipo (bueno, al GasGas) tras una etapa en Honda para olvidar, estaba contento con la nueva GP16 y fue el mejor de las KTM-GasGas en Sepang (13º).

A Jack Miller parece que le cuesta más adaptarse a la KTM, y Augusto Fernández justo está conociendo la moto y la categoría, pero Binder y Espargaró están confiados. Mañana en Portugal deberán traer las evoluciones de lo que se probó en Sepang, pero estamos seguros de que las veremos mucho más cerca de Ducati y Aprilia de lo que estuvieron en Malasia.
Yamaha y Honda, con mucho trabajo
Otra cosa es la que sucede con Honda y Yamaha, los dos equipos que han dominado MotoGP en la mayoría de temporadas desde que existe esta categoría. Desde que las motos se ha ido tecnificando cada vez más en electrónica y aerodinámica, los dos gigantes japoneses parecen perdidos.
En el caso de Yamaha, estas temporadas pasadas mantenían como principal valor su manejabilidad, que hace que giren en las curvas mejor que las otras motos, pero por otro lado pecaban de una falta de potencia, especialmente en lo que afecta a la velocidad punta. En circuitos con largas rectas, como Losail o Mugello, las M1 eran hasta 15 km/h más lentas que las Ducati, un hándicap muy severo y que significa varias décimas por vuelta. Fabio Quartararo llegó a amenazar a Yamaha con no renovar si no se solventaba este problema. El año pasado no fue así, pero la marca de Iwata prometió solventarlo y lo ha hecho: la M1 2023 ya corre.

Fabio Quartararo exhibió un buen ritmo en Sepang y estaba muy feliz con la velocidad de su nueva moto en las rectas. El problema es que con gomas nuevas y con la configuración de vuelta rápida los tiempos no salen, y eso significa salir atrás en la parrilla, y sabemos que adelantar ahora es más difícil que antes. Ni los pilotos ni los técnicos sabían la causa de este problema, y comentaron que estudiarían todo lo registrado en Malasia para entender lo que estaba pasando. Mañana deberíamos ver si lo han conseguido.
Y en Honda… estos años sin Marc Márquez han sido como una travesía en el desierto para el gigante japonés, el más laureado de MotoGP. La ausencia o casi ausencia de Marc Márquez parece que ha descolocado al equipo de Tokio, y por primera vez en su historia ha terminado la temporada sin ninguna victoria. Casi se logró en Phillip Island (Marc Márquez, quién si no), pero solo dos podios logrados por el crack de Cervera es un bagaje muy pobre para Honda. Los otros tres pilotos (Pol Espargaró, Álex Márquez y Takaaki Nakagami) ni siquiera tuvieron la ocasión de acercarse al podio.
La RC213V 2022 era impredecible: sin buena tracción, era muy problemática a la hora de salir acelerando de las curvas y muy dada a hacer ‘high sides’ inesperados. Tampoco funcionaba en otros apartados donde antes sobresalía: en las apuradas de frenada y en la velocidad punta.

En el test de Valencia no llegó nada especialmente relevante y Marc Márquez dejó Cheste visiblemente decepcionado. En Sepang llegaron cosa nuevas y se probaron hasta cuatro motos distintas, descartándolas paulatinamente hasta trabajar en una sola el último día. La velocidad punta ya está bien, pero cuesta alcanzarla la por el carácter del motor y porque la tracción todavía no es buena.
Honda ha renovado gran parte de su staff técnico, pero que nadie espere una revolución para mañana, sino una evolución. Falta saber si eso será suficiente para ganar carreras. De entrada, se antoja difícil, pero Honda es Honda…