No será la primera moto voladora, pero sí será la de
una gran marca como Honda, y eso no es poca cosa.
La marca japonesa ha depositado la patente de una moto voladora, de un concepto similar al de la rusa Hoverbike S3, producida por la empresa rusa Hoversurf y que ya puede adquirirse por el ‘módico’ precio de 150.000 dólares, más 10.000 $ que hay que pagar por el curso de aprendizaje obligatorio.
El concepto de la Honda es similar, con el piloto sentado en
medio de los rotores, que en el proyecto japonés son ocho -dispuestos en cuatro
grupos de dos rotores cada uno- y que están protegidos por una estructura
envolvente. En la Hoverbike S3 solo hay cuatro rotores, sin protección alguna.
Si en la moto voladora rusa la estructura y posición de pilotaje es realmente similar al de una moto, en la Honda la posición es mucho más parecida a la de un automóvil, más relajada y confortable, e incluso dispone de un parabrisas delantero.
Bajo el asiento están ubicadas las baterías de los motores
eléctricos que mueven los rotores.
Para gobernar la moto voladora de Honda hay dos palancas y
dos pedales.
El dibujo es muy básico y sin duda la moto final (si es que llega a producirse) será muy distinta en aspecto. Recordemos que los dibujos de las patentes están hechos para registrar partes o piezas, y no tienen por qué reflejar fielmente el resultado final.
Han venido para quedarse
Las motos voladoras no parecen ser algo muy lejano y sin duda el gigante japonés está explorando este fascinante mundo.
Recordemos que también Lazareth está trabajando en su moto convertible en voladora, ésta propulsada por turbinas en lugar de hélices.
En cuanto a la reglamentación, y debido a que se trata de un segmento muy nuevo, todavía está bastante en el limbo.
La única moto voladora que puede adquirirse actualmente, la rusa Hoverbike S3, ya ha sido adquirida por la policía de Dubaiy ha sido aceptada por la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos para poder volar en aeródromos y zonas rurales sin necesidad de licencia de piloto, pero si este tipo de vehículo se populariza (y si Honda fabrica el suyo, así será) necesitará una clara reglamentación.