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Fotos: Santi Díaz

Prueba Moto Morini Seiemmezzo SCR. La vieja escuela

Los antiguos valores, las costumbres inmemoriales, los sistemas tradicionales, no siempre caen en el olvido. Es más, ahora, cuando la tecnología digital nos invade, un pequeño respiro analógico se gradece y viene a ofrecer un gratificante y diferente punto de vista a este hipertecnológico presente que nos arrolla. La vieja escuela tiene sus encantos.

Lejos de parecer obsoleta, rancia o trasnochada, la esencia de la vieja escuela supone la confirmación de unos méritos que trascienden el tiempo. Y quién mejor para representar esta tendencia que una marca de larga tradición europea como es Moto Morini. La renacida casa de Trivolzio (Pavía, Italia) sale al paso del frenesí electrónico de esta tercera década del siglo para calmar un poco las aguas y ofrecer un panorama más sosegado.

¿Cómo? Con un modelo que no hace de la tecnología punta su razón de ser; un modelo que prefiere beber de las fuentes clásicas y ofrecer la posibilidad de disfrutar de lo esencial, del espíritu genuino y primigenio de las dos ruedas.

Moto Morini Seiemmezzo SCR

Así es la Moto Morini Seiemmezzo, el segundo modelo tras la X-Cape que lanza la marca italiana desde que fuese adquirida en octubre de 2018 por el conglomerado chino Zhongneng Vehicle Group.

En esta nueva etapa, la Seiemmezzo ejemplifica la práctica extendida en estos últimos años de recuperar marcas de espíritu italiano gracias al capital y al músculo industrial del gigante asiático.

Lo hace desde ese clasicismo básico que aporta justo lo necesario para disfrutar de la conducción de la forma más natural, sin ayudas externas, sin aditamentos, sin complicaciones. Todo fluye con simplicidad y nos sirve para recordarnos que la felicidad no reside en un puñado de chips.

Pinceladas hig-tech en la Moto Morini Seiemmezzo SCR

Si acaso, la Seiemmezzo hace una pequeña concesión y se aviene a emplear una pequeña muestra de los últimos avances tecnológicos al incorporar en su cuadro de instrumentos un sistema de conectividad. Por cierto, un cuadro que se materializa en una pantalla TFT de 5” a color – de fácil y clara lectura – que gracias a un sistema Bluetooth permite conectarse al móvil.

Moto Morini Seiemmezzo SCR

Puntualicemos que en el caso que nos ocupa, estamos frente a la versión SCR o Scrambler de la Moto Morini Seiemmezzo, ya que este modelo cuenta con otra interpretación más enfocada a un escenario cien por cien asfáltico, la STR o Street.

Aclarado este punto, vemos que esta Morini tiene a bien seguir la mayor parte de las formalidades propias de una máquina de esta naturaleza. Como buena scrambler exhibe un manillar generoso en anchura y ligeramente elevado, rematado con unos retrovisores que proporcionan una excelente visión posterior. Esto que en principio ofrece un superior control de la dirección, penaliza a la hora de moverse en el tráfico urbano ya que resulta sumamente fácil rozar al pasar entre las filas de coches.

Pero sigamos repasando su indumentaria scrambler. Luce un redondo faro dotado de iluminación led, lo mismo que el discreto y minimalista piloto trasero y ya que mencionamos las luces, no podemos olvidar un detalle interesante; las piñas de instrumentos – de cuidado diseño – son retroiluminadas.

El faro cuenta con una breve y escueta visera que protege el TFT y desvía levemente el viento sobre la marcha. El depósito de gasolina es de espléndidas dimensiones y dispone de una capacidad de 16 litros, además de presentar unas formas que permiten encajar bien las piernas a sus costados. Este último punto determina, junto al manillar, una cómoda ergonomía de pilotaje que sólo se verá empañada por la escasa protección frente al viento cuando las velocidades superan los 3 dígitos.

Moto Morini Seiemmezzo SCR para todas las tallas

En ese mismo triángulo ergonómico el asiento y las estriberas juegan bien su papel. El primero no excesivamente alto (810 mm) ni ancho, permite alcanzar el suelo con ambos pies, en tanto que las segundas  se han colocado altas pero sin llega a flexionar en exceso las piernas.

Moto Morini Seiemmezzo SCR

Este asiento, de una sola pieza, se remata en su extremo con sendas asas para que el pasajero se sujete firmemente. Asimismo, el acompañante gozará de espacio y generoso mullido y unas cómodas estriberas con goma que tampoco le obligarán a efectuar incómodos contorsionismos.

Otros detalles que ayudan a conformar el estilo scrambler de esta Morini son su corto y elevado guardabarros delantero o las protecciones de los bajos. No obstante, hay un detalle que discrepa en ese planteamiento y es que el escape en lugar de discurrir elevado y paralelo al asiento como suele ser habitual en los modelos de esta clase, se ha situado bajo, siguiendo la línea inferior del basculante.

Precisamente es en esta última pieza, en su brazo derecho, donde se ha fijado el soporte para la matrícula.

Queda así configurada esta versión de la Seiemmezzo, una máquina que pretende ser útil en todos los terrenos. Moto Morini la ha creado pensado en uso polivalente, para que la emplees a diario en ciudad, salgas con ella a carretera y si se da el caso, te aventures con ella por caminos sin asfaltar.

En el primero de los escenarios, los 216 kilos de nuestra protagonista se dejan notar en las maniobras en parado y aunque su altura no es un impedimento sí que es necesario empujarla con ganas a la que el terreno presenta algo de desnivel.

Dispone únicamente de caballete lateral para su estacionamiento y una vez en movimiento, todo ese peso parece aligerarse hasta extremos insospechados puesto que la Morini se desenvuelve con agilidad y un buen radio de giro. Su motor, responde de forma algo brusca al primer golpe de gas pero luego se beneficia de unos buenos bajos y sobre todo, de una linealidad encomiable.

Bien, pero…

Como ya hemos comentado, la única traba que nos encontraremos con ella será en el momento de sortear las filas del habitual atasco diario, aquí la Moto Morini Seiemmezzo SCR pincha por culpa de una manillar y unos retrovisores que tienden a trabarse en la estrechez de la aglomeración.

Moto Morini Seiemmezzo SCR

Cuando nos alejamos del espeso maremagnum urbano, es cuando comenzamos a apreciar en su plenitud como late el bicilíndrico en línea de esta Moto Morini. El mismo corazón que impulsa a la X-Cape y que en este caso ofrece una respuesta suave y progresiva – excepto una cierta brusquedad inicial – que muestra su mejor cara a partir de las 3.000 vueltas.

Desde ese punto y hasta unas 6.000 rpm la entrega en contundente y llena y a partir de ese régimen, hasta llegar a la zona roja situada sobre las 9.000, el bicilíndrico no pierde fuelle pero tampoco se muestra especialmente brillante.

Fuera de la urbe la italoasiática nos permite escoger entre surfear por carreteras de negro betún o triscar como las cabras por caminos y veredas. O combinar ambas opciones.

Sobre asfalto su comportamiento es intachable, ofrece confianza incluso en situaciones como la que nos encontramos la mañana de la prueba, bajas temperaturas y humedad que dejaba literalmente empapado el piso. En esta caso la scrambler hace gala de un tarado de suspensiones firme pero progresivo que te permite entrar con seguridad frenando y acelerar a las salidas sin temor a brusquedades. La entrega progresiva de su bicilíndrico también contribuye a esa tranquilidad en esas maniobras.

Múltiples ajustes

En cuanto al tarado de serie de adaptaba bastante bien a mi peso (unos 65 kilos), pero si tienes que regular su comportamiento dispone de ajuste de precarga en ambas barras además de compresión en la izquierda y extensión en la derecha. Del mismo modo, el amortiguador trasero ofrece la posibilidad de ajustar sus reglajes, aunque resulta algo menos progresivo al estar anclado directamente sobre el brazo derecho del basculante.

A pesar, o quizás gracias a su ancho manillar, los cambios de dirección se realizan de forma intuitiva y natural y la Moto Morini Seiemmezzo SCR mantiene muy bien la línea al trazar las curvas.

Preparada para todo

La elección de neumáticos parecía obvia en estos tiempos en que abundan los modelos de esta naturaleza ya que casi todos calzan las mismas gomas. Los Pirelli MT60RS ofrecen un buen compromiso en todos los terrenos, quizás mejor en asfalto que en tierra, pero con total confianza siempre.

Montar llantas de radios parece la opción natural en este caso y pensando en esas posibles incursiones en el verde, se ha optado por una llanta delantera de 18”, también un compromiso razonable en estas circunstancias.

Cuando probamos su comportamiento sobre pista, despejamos todas las dudas y podemos constatar como Morini ha enfocado este modelo para un uso mixto suave. Quiero decir con esto que la Moto Morini Seiemmezzo SCR funciona bastante bien en asfalto y cuando te lanzas a recorrer pistas de tierra, cumple con suficiente confort y seguridad.

Su peso y las inercias que provoca no te invitan a ritmos elevados en ese terreno, además las suspensiones tienen su límite lo mismo que los neumáticos. Pasear y alguna que otra alegría son posibles sobre tierra, pero el recorrido de la amortiguación y el ligero taco de los Pirelli avisan con rapidez de que los límites no están muy lejos.

Y la frenada, os preguntaréis. Pues lo cierto es que muy bien, consistente, dosificable y con un ABS que cumple como un señor, sólo aparece cuando resulta necesario. Aunque no estaría de más poder anular su efecto cuando circulamos por campo.

7.490 euros por todo esto parece en principio un precio razonable y si todavía no dispones del permiso A, no te preocupes, la marca italiana dispone de una Moto Morini Seiemmezzo SCR limitada a los 35 kW pertinentes para los poseedores del A2.

En resumen, si no eres un fanático de la tecnología, puede que esta sea una opción interesante para tu garaje. Un modelo de la vieja escuela con un estilo inconfundible.

Lo que más nos ha gustado y lo que menos…

Solo+

Una estética atractiva se une a un motor no excesivamente potente pero sí suave y progresivo y unas supensiones que aceptan bien el compromiso tierra-asfalto. La frenada es brillante.

Solo-

El peso pasa factura en las maniobras en parado y circulando sobre tierra, en tanto que el ancho manillar no facilita los recorridos en los habituales atascos urbanos.

Ficha técnica Moto Morini Seiemmezzo SCR

Motor tipo: Bicilíndrico 4T, DOHC, LC, 8V
Diámetro x carrera: 83 x 60 mm
Cilindrada: 649 c.c.
Potencia máxima: 61 CV a 8.250 rpm
Par motor máximo: 54 Nm a 7.000 rpm
Alimentación: Inyección electrónica Bosch
Emisiones de CO2: N.d.
Cambio: 6 velocidades
Embrague: Multidisco en baño aceite
Transmisión secundaria: Cadena
Tipo chasis: Tubular de acero
Geometría de dirección: N.d.
Basculante: Doble brazo de aluminio
Suspensión delantera: Horquilla invertida Kayaba de 43 mm con 120 mm de recorrido
Suspensión posterior: Monoamortiguador Kayaba con 120 mm de recorrido
Freno delantero: 2 discos Brembo de 298 mm con pinzas de 2 pistones y ABS
Freno trasero: Disco Brembo de 255 mm con pinza de doble pistón y ABS
Neumáticos: 120/70-18 y 160/60-17 Pirelli MT60RS
Distancia ejes: 1.425 mm
Altura asiento: 810 mm
Peso -llenos-: 216 kg
Depósito: 16 l
Consumo medio: N.d.
Autonomía teórica: N.d.
Garantía oficial: 3 años
Importador: Moto Morini Iberia
Contacto:
Web: https://motomorini.eu/

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4 comentarios en «Prueba Moto Morini Seiemmezzo SCR. La vieja escuela»

  1. «penaliza a la hora de moverse en el tráfico urbano ya que resulta sumamente fácil rozar al pasar entre las filas de coches.» ¿pero eso es legal?. El debate sobre si se gana tiempo yendo en moto, se acaba cuando se cumple con la ley.

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  2. Es bonita… Lo estan haciendo bien, creo que han escuchado al conductor medio , poco exigente y practico, lo que no hacen otros… Y creo que el problema con el manillar tiene facil solución, igual que la potencia justa…( cambio de manillar y escape mas racing )

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