Así, las superbikes del momento eran las 750 y no las 1000 de la actualidad (excepto la CBR 900 RR), hasta que Honda decidió romper ese trato al producir la increíble CBR 1100 XX Superblackbird en 1996, aunque poco tenía de CBR, ya que más que una hiperdeportiva la XX era una cazarrécords. Con una impresionante silueta, estilizada al máximo en busca de una excelente penetración aerodinámica y un motor para el que se declaraban 165 CV (156 CV en nuestro banco), el más potente hasta la fecha, conseguía alcanzar los 287 km/h reales. Las primeras unidades usaban carburadores para posteriormente equipar inyección electrónica.
En alguna prueba en anillo de velocidad -y sin retrovisores- se llegaron a superar los 300 km/h, aunque con pequeñas ‘trampas’, amén de la ausencia de retrovisores.
La Honda, además de rápida, era un moto cómoda, agradable y fiable. La mayoría de las que aun circulan superan los 80.000 km, cuando no los 100.000, sin problemas.
Un par de años es lo que tardó Suzuki en arrebatarle a Honda el título de moto de serie más rápida del Mundo, honor que recayó en su Hayabusa (halcón peregrino en japonés. El halcón peregrino es el animal más rápido de la Tierra, superando los 300 km/h en picados). Suzuki fue al grano y si el motor de la Honda era de 1.137 c.c., el de la Suzuki era de 1.299 c.c, con 173 CV declarados (171 CV en nuestro banco), que le permitían superar los 300 km/h sin trucos. En 2007 la Hayabusa fue revisada, subiendo su cilindrada hasta los 1.340 c.c. y la potencia hasta los 185 CV.
Kawasaki lanzó posteriormente la ZX-12, declarando 180 CV, aunque no superó a la Hayabusa en velocidad ni a la Honda en éxito comercial.
Actualmente ambas motos han sido batidas por la nueva Kawasaki ZZR 1400, que declara 200 CV (215 CV en nuestro banco) y con la que alcanzamos los 317 km/h en Nardó.
Si tuviste una XX o una Hayabusa, cuéntanos tus experiencias con ellas.