Nacía la saga más popular de la personalísima marca de Milwaukee: la Sportster, la verdadera puerta de entrada al universo Harley, una manera muy personal de entender la moto, más bien una filosofía.
Las Sportster son motos asequibles en todos los sentidos: la versión 883 cuesta 9.050 euros, lejos de los veintitantos miles que valen muchas Harley, y además es una moto sumamente fácil de llevar por cualquiera. Actualmente existen en motorizaciones de 883 c.c. y 1.202 c.c., en versiones sport, custom, R y en diferentes variaciones de éstas, como las Forty-eight o las nuevas CA y CB, presentadas este año. Hubo una versión más deportiva, la XR1200, basada en la moto que disputaba la Battle Of Twins en los EE. UU, y que este año ha desaparecido del catálogo 2013.
La Sporster, como la mayoría de Harley, tiene casi infinitas posibilidades de customización, por lo que se cumple aquello de ‘no hay dos Harley iguales’.
Si eres el afortunado poseedor de una Sportster, o has tenido una, cuéntanos cómo era tu vida con ella.