Lo publicamos en elSolo Moto de esta semana, el que llegó al quiosco ayer martes: Masao Furusawa, otrora súperjefe de carreras de Yamaha, el que consiguió que Valentino Rossi dejara Honda, y el padre de la M1 con la que Valentino primero y Lorenzo ahora dominan el Mundial, desembarcará mañana jueves en Italia… el último día de las pruebas privadas que Ducati está realizando en Mugello. ¿Cómo es eso de blanco y en vaso?
Valentino Rossi quiere a toda costa volver a subirse en una Yamaha, la moto con la que él está seguro que puede ser competitivo de forma inmediata. El piloto italiano está haciendo todo para poder volver a las filas de la marca de Iwata, pero con la llegada de su amigo y gurú Furusawa, se plantea una segunda opción.
Las conclusión es fácil, además que de ser un guión perfecto: Rossi quiere una Yamaha, OK, y en un momento dado le da igual si ésta está hecha en Japón… o en Borgo Panigale.
Pues en este caso lo evidente no es la realidad, al menos eso es lo que nos aseguró el propio Furusawa cuando, contactado con él el pasado domingo, nos aseguró que si visita a Italia es en calidad de turista y que sólo es una casualidad que Ducati esté entrenando en Mugello y que a los pocos días de que Rossi se haya reunido a puerta cerrada con los responsables de Audi, nuevos dueños de Ducati, él llegue a Italia.
Es decir, todo nuestro planteamiento, pura fantasía… A veces estas coincidencias se dan.