El verano ha sido corto para los dos componentes del equipo Repsol Honda. Tanto Marc Márquez como Dani Pedrosa, junto a Cal Crutchlow, ha estado rodando este lunes y martes en el circuito de Brno, el próximo dentro del calendario del Mundial este agosto, sabedores de que este año hay mucho por hacer todavía si no quieren perder un campeonato que, de momento, lidera el de Cervera.
Desde principio de temporada las Honda han manifestado un problema claro para poder acelerar con la moto inclinada, además de falta de estabilidad y de agarre. Estas carencias obligan a frenar muy tarde para compensar, lo cual ha llevado a Márquez a caerse hasta en 12 ocasiones en lo que llevamos de Mundial, muchas más de las que tuvo la temporada pasada a estas alturas.
Márquez espera mejoras que le ayuden a mantener el liderato del campeonato, aunque no cree en milagros:
«Honda nos ha dado algunas pequeñas cosas que podrían ser una ayuda, pero no harán una gran diferencia. Probaremos un chasis en Brno y otras cosas. En cualquier caso, una prueba durante las vacaciones de verano siempre es una buena idea tanto para el piloto como la moto, ya que significa que no pierdes el ritmo».
Te recomendamos