En estas últimas dos semanas Marc Márquez ha pasado por uno de los momentos más duros anímicamente de su vida. La recaída en su diplopía, tras la durísima caída de Indonesia, significó un jarro de agua fría difícil de asumir incluso para alguien tan positivo y mentalmente fuerte como es el de Cervera. Reconoce haber estado hundido y que su entorno más cercano fue fundamental para recuperar la alegría y la motivación. También lo fue, desde luego, que su vista se recuperase mucho más pronto que en la última vez.
Sobre su terrorífica caída del ‘warm up’ de Mandalika, Márquez contó que “No recuerdo mucho lo que pasó, lo he revivido más en los vídeos”, explicó en la conferencia de ayer jueves. “Pero lo cierto es que el GP de Indonesia fue uno de los más duros de mi carrera, porque me caí demasiadas veces y en muchos casos no entendí por qué, especialmente en la del ‘warm up’, en la que había montado un neumático nuevo», explica. “Pero todo eso es pasado: ahora es momento de reconstruir la confianza, de reconstruir de nuevo todo el proceso… Estoy aquí, y eso es lo importante”.
¿Está totalmente bien de la diplopía?
“Con la vista, es lo que hay: o ves bien o no ves, no verás mejor si cierras más o menos los ojos. Hice una prueba con una moto (una CBR600RR) en Alcarrás y fue bien”.
A pesar del terrible accidente de Indonesia, para la estrella de Honda fue mucho peor la parte psicológica que la física. Recaer otra vez en la diplopía fue un duro golpe para Marc:
“El GP de Indonesia fue muy duro, pero la semana siguiente lo fue aún más”, admitió el de Cervera mirando hacia atrás. “Pero tuve la suerte de que mi vista se vio mucho menos afectada que con la lesión anterior”.

E hizo una confesión sorprendente:
“Incluso en el GP de Argentina estuve a punto de volver, pero no tenía la motivación para correr ese riesgo, y no quise asumirlo. Lo discutimos con mis médicos y preferimos quedarnos en casa y hacer ejercicio. La gente de mi alrededor, mi hermano, me ayudaron mucho a volver al gimnasio”.
Expectativas y posibilidades reales
Si hay un circuito donde recuperar las buenas sensaciones, éste es sin duda el de Austin:
“Por supuesto que no vengo aquí en mi mejor momento, pero trataremos de hacer una gran FP1 y construir nuestro fin de semana a partir de ahí”.
Preguntado por si existe incluso la posibilidad de pensar en la victoria, el octocampeón responde: “¿Si es posible? Por supuesto que es posible, pero ése no es el planteamiento adecuado para el fin de semana”, cree Marc. “Venimos del GP de Indonesia, donde me esforcé mucho y me caí demasiadas veces, y he empezado a entrenar con normalidad hace tan sólo unos días. Ganar la carrera no es mi planteamiento para el fin de semana, sino ganar confianza”, dijo.
¿Existe la posibilidad de una recaída?
“Es la segunda vez en solo seis meses que tengo problemas de visión”, dice el español. “Le pregunté a mi médico si existía la posibilidad de recaer, teniendo en cuenta que tuve la lesión en octubre y de nuevo ahora… También le pregunté qué pasaría si parase un año entero”.
“Me dijo que el impacto de la caída, como se vio en las imágenes, fue simplemente terrible”. Pero…“El riesgo será tan grande este fin de semana como lo será durante uno o dos años, porque al final se trata de un nervio, que con un impacto tan duro se mueve un poco y causa este problema. Es uno de mis puntos débiles, pero si estoy aquí es para competir, no puedo estar pensando en no caerme”.
Y afirma: “Sé el riesgo que hay, pero ésta es mi pasión, y estoy aquí para competir y no para pensar en las lesiones”.