La relación entre Marc Márquez y Valentino Rossi desde que el piloto de Cervera entrara en MotoGP, no se podría decir que haya sido de las más llevaderas de la historia del campeonato.
Pese a que hubo una época en la que Márquez incluso llegó a visitar el Rancho de Rossi, esos tiempos quedaron atrás ya hace mucho.
Sin embargo, parece que Márquez haría las paces con Rossi de buen grado, poder volver a una situación “normal”, según reconoció en una entrevista al canal italiano TV8: «¿Hacer las paces con Valentino? Yo sí las haría, no tengo ningún problema con él”.
Y afirmaba que las cosas parecían estar menos tensas entre ambos pilotos, hasta que cometió el error de Argentina. Pero la historia se remonta unos años atrás.
El primer gran encontronazo entre ambos pilotos fue en 2015, con el famoso #SepangClash. En aquella ocasión, el italiano provocaba que Marc se fuese al suelo.
Rossi fue sancionado con 3 puntos porque “el piloto con el dorsal 46, Valentino Rossi, abría su trazada de forma deliberada en la Curva 14 forzando a otro piloto a salirse de la suya, resultando de ello un contacto que causaba la caída del otro piloto”, según la declaración oficial de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM).
Con el tiempo, las aguas se calmaron, y entonces llegó el error de Marc, el #ArgentinaClash: “En Argentina todo estaba bastante tranquilo, pero allí yo cometí un error. Me penalizaron y lo he aceptado, pero por desgracia fue con Valentino. Cometí el error, me penalizaron, hice cero puntos y aprendí. Y por eso fui a su box a disculparme”.
Aquel fue un fuerte toque de atención para el de Cervera, que aprendió de golpe todo lo que implica estar en MotoGP, cuando incluso hubo periodistas que se acercaron hasta su casa: “Somos humanos, tenemos sentimientos, y vamos a 300 kms por hora. No puedes pilotar igual cuando has recibido todo esto. No era el mismo Márquez sobre la moto”, reconocía al medio italiano.
Tras los encuentros con Rossi, Márquez ha sufrido abucheos tanto en el paddock, o subido al pódium, en varios circuitos. Una situación que si bien ya no le molesta, evidentemente tampoco le gusta. Será motivado en parte por esta situación tan incómoda, que Márquez haría las paces con Rossi.
Márquez explicaba en la entrevista que no le gusta porque “estamos en la pista a 300 por hora. Nos jugamos la vida cada vez que no subimos a la moto. Si eres un aficionado al motociclismo, si te gusta ver adelantamientos, no eres de ningún color, no eres de nadie”.
Y matizaba: “Sería bonito ver en una carrera y que todos los pilotos y todas las motos fuesen de blanco, sin saber qué piloto es cada uno”.
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