En una de las declaraciones realizadas por Marc Márquez una vez finalizada la temporada, hubo una frase que me llamó especialmente la atención y por la que le quise pedir explicaciones. ¿Qué quiso decir exactamente? El comentario en cuestión fue “cuando se está a nuestro nivel, en MotoGP, se compite en dos sitios: en la pista y fuera de la pista”.
“Bueno siempre se ha hablado de la guerra psicológica fuera de la pista, pero más que guerra psicológica, es un poco todo lo que influencia todo. A mí esto no me había afectado nunca, pero me pasó las dos últimas carreras de esta temporada”. No entendí el mensaje subliminal de Marc, por lo que le pedí que me lo concretase algo más. “Al final, está la carrera en la pista que es la que se tiene que ganar, pero luego hay lo que esta fuera de la pista, que es lo que ha pasado a raíz de esta acción de Sepang. Al final tienes que saber controlar todo. Tú como piloto tienes que estar muy centrado, tienes que hacer la tuya, y en lo demás sobre todo escuchar los que están a tu lado, que son los que te dirán la verdad”.
Para terminar, aunque este artículo básicamente lo que pretendía era entender los porqués de la complicada temporada 2015 de Marc Márquez y la evolución de sus sensaciones a lo largo de la misma, era obligatorio conocer las perspectivas de cara a 2016. Un año complicado porque las circunstancias con las que se van a encontrar los pilotos son excepcionales: nuevo suministrador de neumáticos, nueva electrónica y en el caso de Marc, tener que desarrollar una moto que funcione. ¿Cómo se hace para que, con todas estas novedades a la vez, se sepa que qué es lo que funciona y lo que no?
“Bueno, será complicado. Tenemos una pretemporada larga por delante, en la que es fundamental gestionarlo todo bien. Es muy fácil cometer un error: están los neumáticos por un lado, que es para todos lo mismo, pero luego esta la nueva electrónica, el nuevo software, que por lo que hemos visto está un paso por detrás de lo que teníamos. Tenemos que sacarle el máximo rendimiento posible para llegar lo más cerca posibles a lo que teníamos antes. Y luego, con esta electrónica, tenemos que desarrollar una moto y escoger los pasos correctos a nivel de motor, que es donde nosotros hemos tenido el problema. Pero es imprescindible primero fijar bien la electrónica; una vez la tengamos clara, se prueban bien los motores. Porque no tiene ningún sentido poner un motor sin la electrónica bien puesta, porque te puedes confundir”.
Tras el convulso final de temporada, que desconcertó al campeonísimo Márquez a contrapié –campeón sí, pero como se ha podido ver todavía bisoño en las artes de “la guerra” fuera de la pista-, Marc ha recobrado la tranquilidad. 2015 ha sido un año de grandes lecciones para él, y conociendo su capacidad de asimilar las enseñanzas, estoy seguro que está deseando que se suba el telón de 2016…¡Y nosotros también!