Vivimos en un país que propicia la vida al aire libre, planes con los que disfrutar de nuestros maravillosos paisajes, un clima que acompañe y una gastronomía fuera de serie. Y ese fue exactamente el menú que nos preparó Macbor en San Sebastián para inaugurar su nueva gama. Solo hubo una invitada no deseada, la lluvia, que intentó aguarnos la fiesta. Pero no lo consiguió.
La Rockster 125i es el primero de los seis modelos de la marca del clan Bordoy, una custom procedente de China, en concreto de Zongshen, en la que han intervenido en prácticamente un 70%. Así, han conseguido adaptarla al mercado europeo, ser fieles al diseño inicial de la marca y lograr los estándares de calidad con los que Macbor quiere presentar este primer producto al público.
La cifra que consigue ponerla prácticamente al alcance de todo el mundo es 2.199 euros, aunque hay muchos más motivos. De entrada, por lo cuidadosa que es con el bolsillo, y no me refiero solo al precio de mercado, sino también a los consumos, con una media de 2,7 litros a los 100 km. Además es asequible por la cilindrada: el octavo de litro es una puerta de acceso importante para todos aquellos que no sean unos másteres de las dos ruedas. Y, como podéis observar en las fotos, por una cuestión de tamaño y constitución.
La geometría típica de este tipo de motos (long and low) hace que el suelo te quede cerca, que la altura del asiento sea muy bajita –720 mm–, que puedas hacer pie holgadamente y que te permita remar con las piernas y maniobrar con muchísima facilidad. Si eres principiante, si no eres muy alto, o si la vas a utilizar en tus trayectos diarios por la ciudad, lo tienes chupado.
También ayuda si llevas pasajero, que dispone de un asiento pequeño pero mullido, además de estriberas de goma y asas generosas para agarrarse bien. Entra rápidamente por los ojos cuando le echas el primer vistazo. Es atractiva y de marcado estilo clásico, sin ornamentos ni decoración innecesaria. Cabe destacar el especial cuidado que ha tenido la firma con detalles dignos de motos de precio superior, como la tornillería o las estriberas –de plataforma–, con goma para evitar que deslice el pie, plegables, y en una posición adelantada, como manda la religión.
Otro detalle es el manillar, un aspecto en el que han trabajado en profundidad entre numerosas formas y candidatos. El resultado, como podéis observar, es de lo más satisfactorio. Comodidad asegurada, un gran ángulo de giro y una posición de conducción que contribuye a enfatizar ese marcado carácter o personalidad custom.
En marcha salta a relucir la agilidad, la facilidad de maniobra y la comodidad, todo ello reforzado por las suspensiones y la frenada –está dotada de un sistema CBS de frenada combinada–, que son correctos y cumplen con su cometido. Y, dirigiéndonos a las entrañas de la primogénita de las Macbor, encontramos un motor de tipo Honda CBF, monocilíndrico y con inyección Delphi, que con sus 11 CV y un par motor de 9,2 Nm ofrece una respuesta correcta en marcha, adecuada a la cilindrada y ámbito para el que ha sido creada.
La estética retrovintage cada día va calando más entre el público, por lo que no será de extrañar que esta pequeña y atractiva Rockster 125i logre el primer peldaño del podio en su segmento.