Lejos han quedado ya los tiempos en los que las pequeñas SSP eran las deportivas pobres, y las SBK, las ricas. A día de hoy, las seiscientos están tan desarrolladas como las mil, y no sólo eso, sino que además gozan de muy buena salud gracias a su mayor aceptación comercial.
La guerra de los caballos ha llevado a las SBK actuales a límites extremos de prestaciones, y con ello, a un cierto rechazo por parte de algunos moteros que no precisan de máquinas tan potentes. Lo que está claro es que con la caballería de una supersport hay más que suficiente para batir tu propio tiempo en circuito.
Nuestras cinco protagonistas de hoy batallan por un mismo cetro, pero con soluciones técnicas bastante diferentes, tres tetracilíndricas, una tricilíndrica y una bicilíndrica, cuatro, tres y dos cilindros, para conseguir unas prestaciones prácticamente a la par. Claro está que la manera de gestionar estos motores es diferente en cada una de ellas y la habilidad del piloto ha de ir adaptándose para sacar el máximo provecho.
Para analizar estas cinco monturas un servidor se rodeó de cuatro amigos que, por sus contrastadas experiencias al manillar, harían del comparativo un test al más alto nivel. A nuestros colaboradores habituales, Leo Font y Sergi Mejías, se sumaron Antonio Maeso, que este mismo año ha logrado terminar con éxito dos pruebas en la mítica Tourist Trophy de la isla de Man, y como colofón conseguimos engañar a Luís Miguel Reyes, ex jefe de pruebas de esta casa y campeoón de Españaa en dos ocasiones y mundialista durante cinco temporadas, que demostró que pese a llevar 6 años sin subirse a una moto, quien tuvo retuvo.
El escenario escogido en esta ocasión fue el circuit d’Alcarr