Si siempre has deseado grabar tus correrías moteras pero no te atrevías a hacerlo, o no sabías qué cámara comprar, hoy te ofrecemos un pequeño informe sobre unos cuantos modelos que podrás hallar en nuestro mercado, las últimas novedades en el sector.
La diferencia entre una cámara convencional y las que hoy te mostramos aquí es que las primeras son muy frágiles, grandes, poco o nada resistentes a golpes, no son sumergibles y pesan mucho. La gran ventaja de las cámaras deportivas es que son ligeras, compactas, muy fáciles de utilizar, graban fotos y vídeos de altísima calidad y son ultrarresistentes. Y es que soportan sin problemas golpes, caídas, las inclemencias del tiempo, el polvo, el barro, la nieve y la lluvia. De hecho, la gran mayoría son sumergibles hasta 60 metros en algunos casos, lo que dice mucho de su estanqueidad y resistencia. A prueba de bombas.
Estas cámaras no nacieron para el mundo de la moto, sino que fueron pensadas para inmortalizar la práctica de deportes extremos como el surf, el mountain bike, el snowboard… pero por extensión se adaptaron al del motor.
Por sus características, las cámaras deportivas son ideales para utilizarlas en moto, en cualquiera, de circuito, motocross, enduro, moto de agua o de nieve. Y no hay problema para anclarlas en cualquier lugar, ya que disponen de múltiples soportes para fijarlas a la moto o el casco. Los lugares donde podrás anclarlas son muy variados, prácticamente sin límites. El casco, el manillar, las barras de protección del motor, el lateral de una maleta, sobre el depósito, en la quilla, sobre una estribera del pasajero… La lista de lugares donde colocar la cámara se amplía con cada accesorio, y es que todas las marcas se han preocupado, además, de desarrollar una extensa gama de extras que incluyen anclajes de todo tipo, desde ventosas hasta adhesivos, pasando por distintas bridas, brazos extensores. Sólo idear el mejor lugar para colocar la cámara para una toma en concreto ya representa un reto a la imaginación.
El nivel de las action cam o cámaras deportivas permite que cualquier motero grabe sin problemas vídeo –hasta en 4K, 4.096 x 2.160 px– o fotos de muy alta calidad –hasta 16 megas de tamaño, como en la de Garmin–, sin prácticamente conocimientos. Y es que estas cámaras deportivas ya vienen con todo el trabajo hecho, ya que son del tipo point and shot, apunta y dispara, que dirían los anglosajones. O sea, no hay que calcular enfoques, ni profundidad de campo ni nada de nada. Seleccionas el modo que quieres y disparas, y punto.
Son tan versátiles, que además de la función de grabación de vídeo, la más comúnmente utilizada, disponen de diferentes modos de disparo de fotos. Así, puedes seleccionar un modo que te permitirá que la cámara dispare fotos automáticamente cada medio segundo, cada segundo, dos, tres… O puedes hacer disparos en ráfagas de fotos, para crear una secuencia. Tú decides. Es ideal para cualquier menester y la creatividad no estará coartada por la capacidad de la cámara… ¡El único límite es tu capacidad para sacarle el jugo!
De nivel
Todas las cámaras deportivas vienen muy bien equipadas de serie, con baterías de litio recargables, autonomías similares –entre dos y tres horas–, entradas mini-USB y HDMI –no todas–, ranuras para tarjetas de memoria MiniSD de entre 32 y 64 GB, algunas incorporan wi-fi o Bluetooth –o ambos–, y hasta GPS y acelerómetros, en algunos casos. Todas llevan lentes con grandes angulares, que proporcionan campos de visión entre 120 y 170º –en algunas, fijo; en otras, seleccionable–, que permiten unas tomas espectaculares.
Las de gama alta tienen también mando a distancia para operar la cámara remotamente, y hasta algunas, las que incorporan wi-fi, pueden ser controladas a través de una App desde el teléfono móvil. La grabación en Full HD –1920 x 1080– ya es un estándar, con unos frames por segundo que van desde los 25 hasta los 120, dependiendo de los modos de grabación, con lo que incluso podrás hacer pasadas a cámara lenta simplemente de cine.
Pero no todo van a ser ventajas. Al ser tan pequeñas, la gran mayoría no tienen espacio para incorporar una pantalla LCD donde ver lo que has grabado o, simplemente, para poder apuntar la cámara correctamente, operación que muchas veces debe hacerse a ojo. Hay que prestar especial atención a que la zona del objetivo esté limpia, ya que, al no tener pantalla o visor, no os daréis cuenta hasta que sea demasiado tarde. Gotas de agua, barro y polvo en la superficie de la cubierta de protección de la lente pueden arruinar una buena toma. Y la pantalla LCD que incorporan es muy pequeña –si tienes unos cuantos años, te va a costar leer la pantalla–, lo justo para ver qué función has seleccionado.
En esta selección que hoy os ofrecemos veréis que hay variedad, precios que empiezan en los 179 euros de la Energy SportCam hasta los casi 500 de la GoPro Hero 4, con unos resultados excepcionales en todos los casos. Los límites de la creatividad los pones tú.
Vídeo, resolución máxima: Full HD 1920 x 1080 (30 fps)
Foto: 16 Mp (4664 x 3496)
Precio: 249/349 €
Contacto: 934 972 373 / info.spain@garmin.com
Vídeo, resolución máxima: Sensor Sony, 4K (4.096 x 2.160, 12-15 fps)/1080 (60 fps)
Foto: 16 Mp
Precio: 339/275 €
Contacto: 902 38 48 78 / sat@alan.es
Vídeo, resolución máxima: Full HD 1920 x 1080 (30 fps)
Foto: 12 Mp
Precio: 299 €
Contacto: 902 38 48 78 / sat@alan.es
Vídeo, resolución máxima: Full HD 1920 x 1080 (30 fps)
Foto: 5 Mp
Precio: 179,10 €
Contacto: 902 388 388
Vídeo, resolución máxima: Full HD 1920 x 1080p (60 fps)
Foto: 12 Mp (+zoom 10x)
Precio: 249 €
Contacto: www.toshiba.eu
Vídeo, resolución máxima: 4K -4.096 x 2.160- (30 fps)
Foto: 12 Mp
Precio: 479,99 €
Contacto: 935 723 021 / info@kpsport.com