Es decir, que cada hora los radares de la capital recaudan más de 5.000 euros; 5.115 euros para ser exactos, según un estudio realizado y presentado recientemente por Automovilistas Europeos Asociados (AEA).
La mayoría de las infracciones (el 56,2 % de los casos) se producen por no respetar el límite de velocidad de 70 km/h y que coincide con el existente en los túneles de la M-30. De hecho, dicha vía es la que contabiliza el mayor número de infracciones (68,3 %), siendo el radar situado en el túnel de la Avenida Portugal, de entrada a Madrid (Km 4,150), el que formula el mayor número de denuncias (15,8 %); seguido de cerca por el que está situado en el Km 4 de la A-5, a la altura de Batán (13,2 %).
A pesar del importantísimo número de denuncias que se formulan en Madrid, la inmensa mayoría (el 90,9 % de los casos) se trata de excesos mínimos de velocidad de apenas un 10 % sobre el límite establecido, que son sancionados con multa de 100 euros.
Según AEA, la velocidad más alta registrada por los radares de la capital se anotó en el km 6,7 de la M-30 a 158 km/h –en dicho punto el límite es de 90 km/h–, si bien el mayor exceso sobre el límite previsto se registró unos kilómetros más adelante; en el km 16,530, para ser más precisos; lugar en donde un conductor alcanzó los 139 km/h en un tramo donde no se pueden superar los 70 km/h. Más en http://aeaclub.org.