Mediante una carta redactada se ha realizado una petición a la DGT para prohibir que se pueda fumar mientras se conduce un vehículo de transporte.
Este reclamo ha sido impulsado por varias agrupaciones de médicos: la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) y la Sociedad Española de Medicina de Tráfico (SEMT). Declaran que fumar conduciendo afecta la capacidad refleja, motora y cognitiva del piloto y puede resultar en accidentes de tráfico. También han defendido que disminuye la capacidad de concentración del conductor y perjudica su salud; causando fatiga, aumento de presión arterial, mala oxigenación o cefaleas.
Por otro lado, han explicado que fumar resulta perjudicial para acompañantes, sobre todo en coche, ya que al ser un espacio tan reducido la concentración de humo es 30 veces mayor que en una vivienda.
Otro argumento que han incluido en su carta menciona que el 32% de victimas en accidentes de tráfico han sido por distracciones, mientras que un 60% han sido por dejar de mirar la carretera en algún momento.
El Reglamento General de Circulación no prohíbe el consumo de tabaco mientras se conduce, solo indica que el conductor ha de tener libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente para garantizar su propia seguridad y la de los demás conductores.