Llegada a Marruecos

Para viajar hasta Marruecos decidí embarcarme desde Barcelona a Tánger con mi Africa Twin en un ferri de la naviera GNV que significa “Grandi Navi Veloci”. Un nombre muy sugerente que no necesita traducción.

Un viaje agradable de día y medio de duración, con un guiño de un delfín incluido, que me ha venido bien para recuperarme de un fuerte resfriado, escribir, descansar y ordenar mis ideas y equipaje, después de días de locura cuando los complicados preparativos de una aventura de este tipo, coinciden con las fiestas de Navidad.

Desde Tánger a Marrakech me separaban unos 600 kilómetros.

Llegué a Tánger de noche y me fui de una tirada a Kenitra, unos 300 kilómetros. Han sido los primeros kilómetros en África y me han servido para familiarizarme con la moto, comprobar la correcta ubicación del equipaje y conocer mi navegador de Garmin, el cual se puede leer con claridad bajo la luz de las estrellas.

Me alojé en un hotel de segunda (¿tercera categoría?) llamado Ambassy y pude cenar una tortilla de queso y un pastelito, además de una botella de agua de litro y medio por 3.5 euros. Me sorprendió que, incluso en un hotel modesto como el Ambassy, se haya instalado un detector de metales por cuestiones de seguridad.

Escribí hasta pasada la media noche y al día siguiente tomé rumbo a Marrakech. Es esta una ciudad que mezcla encanto y caos al mismo tiempo en la que me encuentro cómodo. Un par de días en “modo relax” antes de empezar mi viaje aventura.

He pasado aquí el fin de año y hoy inicio el camino que me llevará dos semanas en dirección a Dakar...

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...