En el salón Intermot de Munich de 1998, una marca italiana intentaba sobrevivir lanzando la que sería una gran innovación para la marca, la Laverda TTS 800, la primera crossover italiana.
Hoy ya son legión y es que las trail asfálticas de gran cilindrada es uno de los segmentos más boyantes y uno de los más populares.
La primera de las maxitrail asfálticas japonesas es de sobras conocida, la Yamaha TDM 850, lanzada a principios de los noventa, una buena idea que pronto fue imitada.
Una de las marcas que tomaron su testigo fue la marca italiana Laverda, hoy tristemente desaparecida, que a finales de los 90 estaba dando sus últimos coletazos. Estaba sumida en una profunda crisis.
La mítica marca de Breganze era conocida por sus motores tricilíndricos en línea transversales de un litro de cilindrada, con modelos como la Jota, la Montjuic o las RGS 1000, y madre de modelos bicilíndricos como las deportivas SFC.
La Laverda TTS 800 fue una crossover asfáltica de agradable diseño
Pero ese filón ya estaba agotado y necesitaban renovarse. Para ello diseñaron un motor tricilíndrico en línea transversal refrigerado por líquido para un futuro modelo, y crearon una trail asfáltica diseñada por Alberto Coppella.
Era la primera vez que la marca naranja creaba una moto de este segmento, tras toda una vida dedicada a modelos naked deportivos y sport turismo.
Así, en el salón Intermot de Munich de 1998 pusieron de largo esta trail asfáltica, la TTS 800, una moto dotada de semicarenado y llantas de 17” que recordaba mucho a la TDM.
Estaba movida por un nuevo motor que no era tricilíndrico, como todos esperábamos, sino que era un bicilíndrico twin de 800 c.c. y refrigeración líquida -4T, 8V, DOHC-, también dotado de un radiador de aceite, con embrague de accionamiento hidráulico, tomado de su Formula 750 y subido de cilindrada. Su potencia rondaba los 95 CV.
Los gases de la combustión se evacuaban a través de dos grandes silenciosos de escape, colocados elevados a cada lado del colín.
En la parte ciclo utilizaba un chasis tubular de acero, una horquilla invertida Paioli, dos discos de freno delanteros de 320 mm con pinzas Brembo de cuatro pistones y un monoamortiguador trasero, un equipo de suspensiones y frenos tomado de su deportiva Formula 750 de 1997.
La TTS 800 derivaba de la deportiva Formula 750, de la que tomó motor, suspensiones y frenos
El basculante era de doble brazo de acero de sección rectangular y las llantas eran de aleación de cinco brazos en estrella y de 17” y con neumáticos asfálticos de Bridgestone.
Tras el semicarenado se escondía una completa instrumentación analógica con velocímetro, tacómetro, indicador de temperatura y de nivel de combustible, más un pequeño reloj digital. Digno de una tourer de aquel momento.
Su gadget más destacado fue que el depósito de combustible no estaba colocado en la posición habitual, sino que estaba bajo el asiento del piloto.
En el falso depósito estaba situado el airbox y se habilitó una guantera para guardar pequeños objetos, muy práctico y útil.
Mostrada en el salón Intermot de Munich en 1998, nunca llegó a fabricarse
A pesar de su buen aspecto y estética, la Laverda TTS 800 nunca se produjo, una verdadera pena ya que el proyecto prometía.
Laverda no remontó su mala situación y en el año 2000 fue adquirida por Aprilia, cuando Ivano Beggio estaba al frente, proponiendo el modelo Laverda Lynx, del que ya hablaremos.
Pero por caprichos del destino, Aprilia también entró en números rojos y, en 2004, pasó a manos del grupo Piaggio, quienes liquidaron definitivamente Laverda.