Cuántas veces se nos pasa por la cabeza comprar esa novedad que hemos visto en el concesionario de la esquina, en esta revista, o que estrena un amigo afortunado. Seguro que muchos de nosotros hacemos rápidamente números de cabeza y llegamos a la misma conclusión, demasiado dinero, que en la mayoría de los casos no se tiene disponible para gastarlo alegremente.
Pero aun así se ven motos nuevas, grandes y pequeñas, económicas y caras, ¿cómo lo hacen?, ¿cómo puede menganito estrenar esa moto tan cara?
La respuesta es financiándola, es decir, pagándola a plazos, de modo que, aunque los números totales de la operación sean más elevados que una compra al contado, es para muchos la única forma de poder comprar la moto pretendida, de acceder a tu sueño, o al menos la más cómoda, ya que nos permite estrenar la moto y seguir con dinero en la cuenta. Que no nos pase como el que vendió la moto para comprar gasolina…
En los últimos años, las marcas de motos han sido conscientes de las dificultades que tienen muchos posibles clientes de conseguir un crédito bancario, y en caso de conseguirlo, las condiciones y tipos de interés son tan elevados, que no se acaban formalizando, perdiendo un cliente potencial.
Para dar la vuelta a esta situación, las marcas de moto se han puesto las pilas y han decidido entrar de lleno en el mercado de la financiación, ya sea a través de su propia financiera de marca, como es el caso de BMW Motorrad y Honda, o a través de acuerdos personalizados con entidades bancarias, de modo que el cliente consigue un préstamo con unos tipos de interés menores que los que le daría, en caso de dar, una entidad financiera a modo personal.
Además hay otras ventajas como la flexibilidad de estas financiaciones; antes lo normal era exigir una parte elevada de entrada y financiar el resto, pero ahora la mayoría de las marcas dejan que sea el cliente el que configure su propia financiación, qué tanto por ciento da de entrada, incluso existe la posibilidad de financiar el 100 % del importe, y a cuántos plazos.
También vemos que cada vez es más habitual que las marcas ofrezcan un valor de recompra del vehículo; esto que hasta hace poco sólo era posible en los automóviles y que BMW Motorrad se aplicó en las motos, ya se puede ver en más marcas; una vez pagada la financiación o a falta de la última cuota o valor residual, el cliente puede elegir entre pagar y quedarse la moto, devolver la moto, o incluso cambiar de modelo.
En este informe nos gustaría aclarar los aspectos principales de las financiaciones de cada marca, para ello describimos las condiciones y ponemos ejemplos reales, de los que se suelen aprobar al cliente. De este modo esperamos haberte acercado más a tu sueño.
En el siguiente PDF podrás ver opciones de financiación para hacerte con la Ducati Monster 821 Dark, la BMW G650 GS, o la KTM 390 Duke entre muchos otros grandes modelos.