Las chicas son más que guerreras

Las chicas son más que guerreras

Este martes se celebra en casi todo el mundo el Día Internacional de la Mujer, una jornada que se empezó a conmemorar en diciembre de 1977, dos años después que las Naciones Unidas proclamaran 1975 como el Año Internacional de la Mujer.

Los orígenes de esta celebración son, en realidad, un poco confusos. Hay quien los sitúa en un incendio que hubo en una fábrica textil de Nueva York entre finales del siglo XIX y principios del XX.

Sin embargo, parece razonable pensar que el comienzo de esta celebración no se puede relacionar con un único acontecimiento histórico, sino como consecuencia de diversos hechos y procesos que aceleraron la transformación de la sociedad hasta llevarla a la definición actual: la Revolución Industrial, la Primera Guerra Mundial, la revolución bolchevique, el arranque del sindicalismo femenino a principios del siglo pasada, o la lucha por el sufragio femenino, por citar algunos.

El mundo del deporte, y el del motor en general, no vive ajeno a esta jornada.

Mientras nuestra querida Alícia Sornosa sigue haciendo kilómetros a dos ruedas por todo el mundo, Daniela Guillén y Gabriela Seisdedos empezaban su singladura con el equipo nacional de motocross femenino en la prueba inaugural del Mundial de la especialidad en la localidad italiana de Mantova, y Ana Carrasco protagonizaba su retorno al mundial de Moto3 en Catar este mismo fin de semana pasado.

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Pocos días antes, el Circuit de Catalunya era el escenario de una jornada dedicada al deporte femenino, aprovechando la estancia de las participantes en las W Series -el campeonato para monoplazas reservado a las chicas que se disputa en paralelo al de F1- en el trazado catalán para los tests de pretemporada.

En ese caso, el mundo del motor estaba representado por Neus Santamaría -directora de carrera del Eurofórmula Open-, Míriam Moya -directora del área deportiva del Circuit- o la piloto de trial Berta Abellán, entre otras deportistas.

Dura como la Roca

No está muy claro quien fue la pionera del motociclismo deportivo femenino en España, pero una fuente tan solvente como es el rotativo barcelonés La Vanguardia nos descubrió hace ya un tiempo la existencia de María Dolors Roca, que en junio de 1932 tuvo el atrevimiento de participar en una carrera de regularidad organizada por el Motorista Club Barcelona, siendo la única mujer inscrita entre los 58 aguerridos participantes que tomaron parte en la prueba.

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La señorita Roca, nacida en 1912, lo hizo ataviada con el singular vestido de marinera que vemos en la fotografía que ilustró aquella portada del periódico de la familia Godó en un momento que, al menos en la capital catalana, las pioneras del deporte femenino hacían sus pinitos en diversas disciplinas.

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María Dolores despertaba gran curiosidad cuando surcaba los adoquines del Carrer Gran de Gracia sobre su petardeante BSA. A causa de su melena rubia y sus ojos azules, los atónitos peatones de tal arteria condal con frecuencia creían que se trataba de alguna excéntrica extranjera, por lo que la valiente amazona mecanizada pronto se familiarizó con los improperios que solían acompañar al estruendo de su cabalgada mecánica.

La afición de Roca por las dos ruedas procedía de una innata pasión por las bicicletas, que la llevó incluso a participar con éxito en algunas competiciones ciclistas que se hacían en el parque de la Ciutadella.

En una ocasión, con motivo del alquiler de una bicicleta para una excursión con una de sus hermanas, María Dolores se dirigió al taller Buixadé. Y allí conoció precisamente a quien más tarde sería su marido, Josep Buixadé, habitual piloto de motos de la época, y que durante la Guerra Civil destacó por coordinar un grupo de motoristas republicanos del ayuntamiento barcelonés, que tenían como misión actuar durante los bombardeos a la capital catalana para socorrer a los heridos.

Roca también trabajó en ese consistorio, del que fue funcionaria durante más de 45 años. Cuando en los años 70 murió su marido, nuestra heroína siguió protagonizando mil y un viajes por todo el mundo, aunque ya no sobre una motocicleta, su otra pasión vital.

En un día como hoy es un orgullo recordarla como ejemplo inspirador a tantas y tantas mujeres en el mundo de la moto.

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