La 946 es una Vespa que quiere rendir homenaje a su primigenia luciendo unas líneas estéticas que recuerdan en cierto modo a aquel modelo que veía la luz en 1946 y que daría inicio a una la legendaria saga Vespa, la cual prevalece todavía hoy y generación tras generación en un lugar de privilegio entre los scooters más modernos.
La Vespa 946 luce una imagen muy peculiar, porque sin renunciar a las características estéticas de las Vespas de toda la vida se han adoptado ciertas soluciones técnicas que la convierten en un modelo exclusivo. En su figura esbelta destaca un escudo frontal afilado y de aspecto muy dinámico, donde la óptica -equipada con leds- se ha situado en un manillar que se caracteriza por su poca carrocería.
Como en todas las Vespas, la 946 dispone de un chasis autoportante, como en los coches, con carrocería a modo de estética, sólo que en este caso, y por primera vez en una Vespa, éste combina la característica chapa de acero con refuerzos realizados en aluminio. Los cófanos laterales adquieren especial protagonismo, ya que destacan por su volumen en una estructura más bien delgada. El asiento se encarama sobre una estructura de aluminio que deja en el aire la plaza del pasajero, y eso hace que se centre toda la atención sobre una zaga diáfana, en la que un piloto posterior –también con leds- enrasado perfectamente con la superficie plana es el encargado de romper la sobriedad del conjunto.
En la parte técnica destaca el hecho de que disponga de llantas de 12 pulgadas en ambos trenes, con un freno de disco en cada uno de ellos, y con sistema ABS opcional. También se ha querido conservar otro elemento muy característico de las Vespas: la horquilla monobrazo. Sin embargo, en los cuartos traseros la suspensión sí es muy diferente a todo lo visto anteriormente. Se trata de un amortiguador con depósito de gas que está situado en posición totalmente horizontal y asistido por bieletas. Esta solución se ha tomado para conseguir una zaga limpia de elementos y con un efecto estético de alta calidad.
Por lo que se refiere a la mecánica, la nueva 946 vendrá equipada con un propulsor de 125 c.c. de última generación. Es un motor refrigerado por aire, que llega para sustituir poco a poco a los actuales Leader 125 de aire. En este caso destaca por disponer de tres válvulas en la culata pero, sobretodo, por la electrónica de gestión que le permite disponer de inyección electrónica, sistema de frenos ABS y un control de tracción muy similar al que monta el Piaggio X10.
La potencia de esta nueva motorización es de 11,5 CV, mejorando en un 7,1 % la potencia del motor Leader y en un 10,3 % el par motor, que en la 946 es de 10,7 Nm. Además, se ha trabajado intensamente para lograr una menor rumorosidad mecánica, una mejor refigreación del conjunto y un consumo más eficiente (la marca anuncia 1,8 litros a los 100 km a una velocidad constante de 50 km/h).
Por el momento no hay fecha de comercialización ni precio, pero a buen seguro que esta neonata, que evoca a la primera Vespa creada ahora hace 66 años, levantará pasiones entre los adeptos al diseño. La 946 no es sólo es una Vespa más.
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