La última locura, ¡un TMax con tacos!

Yamaha TMax con tacos... La vimos en el último Salón de Milán, acompañada de una bella azafata. A primera vista parecía una moto de enduro convencional pero, tras mirar con detenimiento, pronto te fijas y ves que el chasis o el motor no es el de una Yamaha de enduro convencional. La sorpresa es mayúscula: ¡es un TMax!

La revista italiana Riders se propuso un reto particular: construir una nueva moto de enduro a partir de un scooter TMax y en tan solo ¡tres meses! Pues, visto lo visto, lo logró.

La saga Hypermodified del megascooter TMax es de sobras conocida: los preparadores Ludovic Lazareth, Marcus Walz y Roland Sands fueron los encargados de elaborar tres creaciones del famoso y exitoso megascooter de Yamaha, todos ellos destinados al asfalto. Pero quedaba un reto, la tierra. Y así fue como un equipo de diseñadores italianos comandados por la revista Riders, puso en pie una idea descabellada: crear un TMax de off road.

El coordinador técnico de este proyecto fue Riccardo Girardelli, especializado en transformar motos de cross, que tuvo su lado a Rodolfo Frascoli, -ex Marabese Design-.

Respecto al TMax solo se aprovechó el motor, el chasis de fundición de aluminio –modificado-, el basculante –alargado-, el monoamortiguador trasero horizontal –modificado- y poca cosa más. El resto de componentes se tomaron de una YZ450F de cross y otros simplemente se fabricaron ex profeso para la TCross.

Para transformar un Tmax en esta moto de enduro tuvieron que retocar el chasis, las suspensiones, cambiar las llantas y colocar la carrocería de una YZ450F. Muchos componentes se tuvieron que fabricar desde cero, ya que no existía ninguna referencia. Sobre la marcha se fueron solucionando los inconvenientes, sobre todo de chasis y basculante, y gracias a la celeridad de los proveedores se pudo acabar en un tiempo récord. 

El resultado no deja de ser sorprendente, puesto que aunque es una moto muy larga, obligada por su motor bicilíndrico en línea transversal con los cilindros inclinados hacia adelante, a primera vista parece una auténtica moto de enduro, aunque su peso de 164 kilos –sin gasolina-, es ligera pero no para una enduro. Por desgracia no podremos probarla, pero seguramente será una sensación muy diferente a la de cualquier otra endurera. En circuitos ratoneros no tendría nada que hacer, pero en una carrera tipo le Touquet o en un hillclimb, quizás tendría más significado. ¿La veremos participar en alguna carrera?

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