La preparación física de los pilotos

Un piloto profesional debe cuidar hasta el detalle más insignificante para marcar las diferencias con respecto a sus rivales. Atrás quedaron los tiempos de los monos de piel negra, de los circuitos urbanos, de las furgonetas/vivienda/taller/almacén, y de los pilotos amateurs que competían en el Mundial de Motociclismo los fines de semana, pero trabajaban en un taller de motos durante la semana.

En la era del motociclismo actual, nada se deja al azar; y, sin duda, la preparación física de un piloto profesional es uno de los aspectos que más se deben cuidar. ¿Cómo planifica la temporada un piloto respecto a su preparación física? ¿Qué aspectos son los que más debe cuidar? ¿Importa la alimentación? ¿Y el descanso?

Planificación anual

La preparación física a lo largo del año se divide en cuatro periodos:

  • La pretemporada: comienza en diciembre y se alarga hasta principios de marzo, con las primeras carreras. Son meses durante los cuales se trabaja el entrenamiento cardiorrespiratorio, es decir, la resistencia, y la fuerza general. El piloto realiza semanas de seis días de entrenamiento y uno de descanso. Las jornadas son de unas seis horas de entrenamiento diario, repartidas aproximadamente en tres de bicicleta y piscina (alternando dos días de bicicleta, y uno de piscina); ejercicios de “fuerza 1” (es decir, con el propio peso) o de “fuerza 2” (con máquinas). Además, hacen trabajos isocinéticos, (con gomas elásticas), y ejercicios de equilibrio y estiramientos.
  • Periodo de competición: dependiendo de la perspectiva de un Gran Premio el trabajo es uno u otro. Si hay una semana de tiempo antes de la siguiente carrera, se hace trabajo de subida, es decir, trabajo físico de volumen. Durante una semana en la que hay competición, se reduce el trabajo de volumen y se aumenta la intensidad. Pasados dos o tres meses, se reduce la cantidad de trabajo de volumen, para aumentar la intensidad y hacer trabajos más específicos en función de las propias necesidades del piloto.
  • Pausa veraniega: se hace un refuerzo de pretemporada, de entre 10 y 15 días, similar al del invierno. Una vez más, los ejercicios están condicionados por las exigencias del propio piloto, que nota si necesita trabajar más un aspecto u otro, si necesita ejercitar más un músculo específico que otro, etc.
  • Al acabar la temporada, se suele permitir al cuerpo un mes de descanso, aunque no totalmente pasivo, ya que se aprovecha para practicar otros deportes que permiten también romper la monotonía, como el baloncesto, o el bádminton, deportes que permiten incrementar la velocidad de reacción.

Luego, llega de nuevo la pretemporada: de diciembre a principios de marzo.

Tipo de entrenamiento

  • Cardiorrespiratorio: para mejorar la resistencia, se trabaja sobre bicicleta de carretera. Pilotos como el del Repsol Honda Team Dani Pedrosa realizan muchos kilómetros a lo largo del año, llegando incluso a subir picos correspondientes a etapas del Tour de Francia. Se combina con algún día de bicicleta de montaña, y en invierno, también se hace esquí de fondo. Estos ejercicios se alternan y complementan con muchas horas en la piscina, donde, además del propio trabajo aeróbico, se puede reforzar el trabajo de algunos músculos, gracias, por ejemplo, al uso de manoplas y otros elementos.
  • Anaeróbico: es el entrenamiento dedicado a aumentar la fuerza, básicamente del tren superior: esternocleidomastoideo, trapecio, deltoideo, bíceps, tríceps, y antebrazos. El objetivo es trabajar las fuerzas máximas, sin ganar excesivo volumen, ya que interesa aumentar la resistencia y la potencia, para tener un músculo que responda rápido. Las particularidades de la moto hacen que no se necesite tener un músculo voluminoso, pero sí muy potente, debido a los movimientos bruscos que puede hacer repentinamente. Es importante tener una musculatura que responda bien a la fuerza y a la velocidad, y así estar preparado físicamente para controlar esos latigazos imprevisibles que pueda hacer la moto. Otro grupo muscular muy importante es el de los abdominales. Un piloto como Dani Pedrosa hace al día unas 1.000 repeticiones en pretemporada, y unas 700 durante el resto de la temporada.
  • Otros entrenamientos: la flexibilidad es muy importante en los pilotos de motos, ya que deben poder responder con fuerza, con el músculo alongado y potente. También es importante potenciar el equilibrio sobre el propio cuerpo y el control del centro de gravedad.
  • Trabajos específicos: en época de competición, dependiendo de dónde tenga lugar una carrera, se puede modificar un poco el trabajo con el fin de mejorar la adaptación del piloto al mediol que se puede encontrar. Es el caso de carreras como las de Qatar o la de Malasia, en las que se procura adaptar los biorritmos o la resistencia a condiciones extremas. Siempre se intenta simular con anticipación las diferentes condiciones que se puede encontrar, y por ello, pese a las incógnitas ante una carrera atípica como la de Qatar, en la que la competición se desarrollaba de noche, una semana antes ya se puede intentar cambiar el trabajo y adaptar el propio cuerpo.
  • Condiciones extremas: ante carreras como la de Malasia se trabaja con más ropa, para subir la temperatura, o se trasladan los entrenamientos a las horas de más calor. Incluso se puede realizar una práctica que Emilio Alzamora hizo en sus días de piloto y que ahora ha trasladado a su pupilo Marc Márquez, la cual consiste en realizar algunas sesiones en la sauna, para irse preparando a las condiciones de humedad y calor extremos que se experimentan sobre una moto en el circuito de Sepang.
  • Entrenamiento invisible

La optimización del rendimiento físico de un piloto no se basa sólo en la variedad del ejercicio físico. Hay otros factores que también entran en juego, como la alimentación, la hidratación o un buen descanso.

  • Importancia de la dieta: los pilotos siguen una dieta normal, aunque es cierto que se mantiene un control en las pautas alimenticias. Es indispensable un buen desayuno, abundante y fuerte, ya que el desgaste calórico es muy importante, especialmente en las sesiones de bicicleta que realizan. Al mediodía, se incorporan las proteínas (carne o pescado), mientras que por la noche se intenta acumular hidratos de carbono. Es importante un buen equilibrio y mantener un peso estable.
  • La importancia de la bebida: en una carrera, un piloto puede perder en líquido entre 1,5 y 2 kilos. Es un peso que se recupera fácilmente, pero deja patente que la hidratación es fundamental. Es un aspecto también importante en los entrenamientos, ya que el ejercicio en la propia bicicleta lleva a un gran consumo de energía. Durante los entrenamientos en bicicleta, los pilotos suelen llevar dos botellas de líquido: una de bebida isotónica y otro de agua, ya que la deshidratación es un factor que conlleva a la pérdida de electrolitos y sales minerales, y produce un mayor cansancio y calambres. En total suelen ingerir entre 2 y 3 litros de líquidos diariamente.
  • La importancia del descanso: el descanso es fundamental, y por ello es muy importante poder dormir lo necesario. Como mínimo ocho horas, pero si es necesario hacer una siesta, el cuerpo siempre manda. En el caso de los largos viajes a países como Japón, Australia, Malasia o Estados Unidos, el jet lag siempre es una amenaza real que afecta al rendimiento del cuerpo. Por ello, a menudo los pilotos intentan adaptarse con antelación a los horarios del país de destino, para poder así acelerar el proceso de aclimatación a las nuevas circunstancias.
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