La mayoría de alcaldables de Barcelona dan su apoyo a la moto

La mayoría de alcaldables de Barcelona dan su apoyo a la moto

Cinco alcaldables coinciden en 'Barcelona, la ciudad de las motos', acto organizado por Motoristas por Barcelona, en que la moto es parte importante de la solución en la nueva movilidad de la capital catalana.

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Motoristas por Barcelona, entidad presidida por Gregori Hidalgo y que tiene como portavoz a Jaime Alguersuari, legendario expiloto, editor y promotor de acontecimientos vinculados al mundo del motor, reunió recientemente a varios alcaldables de formaciones con representación municipal en un acto sobre el futuro de la moto en la capital catalana.

Para ser exactos, a cinco de los siete elegibles en las próximas elecciones municipales en el acto 'Barcelona, la ciudad de las motos'. Sin ir más lejos, al socialista Jaume Collboni, al representante de Junts y exalcalde de Barcelona, Xavier Trias, y a los números uno de Ciutadans, Anna Grau, el PP, Daniel Sirera, y Valents, Eva Parera. La alcaldesa y cabeza de lista de BComú, Ada Colau, y del republicano Ernest Maragall, por el contrario, declinaron la invitación.

Celebrado en el Eixample Teatre de Barcelona, los candidatos no solo compartieron su visión sobre el papel de la moto en la nueva movilidad de la Ciudad Condal, sino que lanzaron sus propuestas para la misma. Desde un plan específico para la moto, pasando por el aumento de las plazas de aparcamiento disponibles en calzada, el ajuste de las restricciones de acceso a la zona de bajas emisiones o la eliminación de obstáculos de la vía, hasta la creación de un museo de la moto en Montjuïc.

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Ensayo de seis meses compartiendo el carril bus

Durante el acto, Alguersuari, por cierto, les lanzó un reto: permitir durante seis meses que las motos circulen por el carril bus, para evaluar después el resultado y actuar en consecuencia. “Les pido que su programa electoral, de manera taxativa, incluya un ensayo de seis meses para que las motos puedan circular por el carril bus. Y si no funciona, fuera". Pues bien, aceptaron Valents, Ciutadans y el PP. Junts y el PSC, en cambio, optaron por no posicionarse.

Un proyecto piloto que, por cierto, el RACC ha apoyado también públicamente estos días, y cambiando así de parecer. No en vano, en 2011 esta misma entidad recomendó no mezclar y mantener la separación física entre transporte público y motoristas, alegando cuestiones de seguridad vial y advirtiendo de un aumento significativo de la siniestralidad. Ahora, sin embargo, tal y como señaló el presidente del automóvil club, Josep Mateu, "las cosas han cambiado y vale la pena probarlo". Y es que si las bicis podrán usar el carril bus de Via Laietana –ahora ya van por el de Creu Coberta–, "sería lógico como mínimo probarlo con las motos", añade.

Anesdor, les da el OK...

Tras esta singular convocatoria –no hay constancia de que en ninguna gran ciudad europea en que se haya organizado un encuentro preelectoral para abordar esta cuestión tan específica– Anesdor se muestra optimista y celebra el apoyo a la moto expresado por la mayoría de los candidatos a la alcaldía de Barcelona.

Más que nada porque la capital catalana es la ciudad europea con mayor número de motos por habitante (0,17), superando de largo la segunda, Roma (0,13). De hecho, en la actualidad hay censadas en ella unas 350.000 motos –representan el 30,3% del parque de vehículos–. Una cifra más que considerable para que la voz de los motoristas sea escuchada y tenida en cuenta.

Asimismo, se producen a diario más de 450.000 desplazamientos en moto por ella. Sin embargo, las motos sólo suponen el 7,9% de las emisiones de CO2, el 3,6% de NOx y el 11,9% de partículas de la Ciudad Condal.

Y es que, como bien explica la entidad que representa a las marcas del sector de las dos ruedas en nuestro país, la moto contribuye a la reducción de emisiones, a la descongestión del tráfico, al mejor aprovechamiento del espacio público y es eficiente económicamente.

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... pero les exige compromiso

De ahí que también inste a los alcaldables a que sus palabras no caigan en saco roto, y a que den respuesta a las necesidades del colectivo. Y es que los motoristas de Barcelona se sienten cada vez más discriminados. ¿Por qué? Para empezar, no pueden acceder a la zona de bajas emisiones (ZBE) si no disponen de una etiqueta ambiental. Un distintivo que, por otro lado, es exactamente igual que el de los coches; a pesar de que las motos actuales con etiqueta C tienen factores de emisión similares a los turismos con etiqueta ECO.

Como bien explica la asociación, las etiquetas de coches y motos son muy parecidas visualmente, con las mismas categorías (B, C, ECO y CERO). Sin embargo, “son clasificaciones independientes y no resultan comparables”. No existen motos con etiqueta ECO y las motocicletas con etiqueta C “tienen factores de emisiones menores que gran parte de los coches etiquetados con la ECO”.

Menos seguridad circulando

Asimismo, el urbanismo táctico desplegado tras la pandemia de la COVID-19 ha mermado sensiblemente su seguridad, como evidencian las estadísticas de accidentes y víctimas. Ahora, según un informe reciente del RACC, el 47% de los motoristas considera peligroso circular. Carriles más estrechos, proliferación de obstáculos en la calzada y más pinturas deslizantes son algunas de las razones.

Los motoristas de Barcelona tienen razón”, empieza José María Riaño, secretario general de la entidad. “Están discriminados en la zona de bajas emisiones, reciben cada vez más multas de aparcamiento sin que se hayan creado plazas alternativas en la calzada y son vulnerables ante los obstáculos peligrosos que, en lugar de reducirse, van en aumento”.

Ojalá que muchas de las propuestas e iniciativas para con la moto escuchadas en 'Barcelona, la ciudad de las motos', acto organizado por Motoristas por Barcelona, sean más pronto que tarde una realidad.

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