La frenada de final de Montmeló: ¡Más de tres campos de futbol!

Los datos de Brembo son de poner los pelos de punta: los pilotos de MotoGP ruedana  345 km/h cuando inician la frenada que les llevará a entrar a la curva de final de recta a 122 km/h. Es una deceleración brutal que lleva al máximo estrés no sólo al piloto sino a buena parte de los componentes de la moto.

El piloto tiene primero que sujetarse fuerte para contrarrestar el tremendo “martillazo” en la cabeza que supone salir de detrás de la cúpula a esa velocidad. Inmediatamente después la fuerza la ha de ejercer en sentido contrario, porque en el momento que tira de frenos tiene que sujetarse para no salir ¡despedido por delante!... Es una fase en la que los antebrazos son sometidos a un trabajo brutal.

No menos salvaje es el de los frenos y el del neumático delantero, que es literalmente espachurrado contra el suelo por una fuerza que llega a los 1,6 g. Imaginad el trabajo de los ingenieros para hacer un neumático que aguante esta presión y además transmita a los pilotos el feeling que necesitan en el resto del circuito. No hace falta ser un técnico para entender qué tecnología hay detrás de los neumáticos de MotoGP.

En cuanto a los frenos, estamos hablando de unos discos que alcanzan temperaturas que van desde los 700º hasta casi los 1.000º… una bestialidad. Montmeló es en este sentido unos de los circuitos más críticos del campeonato, aunque no tanto como en Motegi, dónde los continuos stop and go lo llevan a “punto de fusión”.

Para hacernos una idea de lo que supone la frenada de final de recta de Montmeló, nada mejor que comparar la distancia de frenada con una medida que nos es familiar. Y ya que estamos en pleno mundial de fútbol, los 318 metros que recorren las motos en los 5,9 segundos que están frenando equivale a ¡más de tres campos de fútbol!

Cuando se lo comentamos a Cal Crutchlow, como sabéis futbolista antes de decidirse por ser piloto, dijo: “No sabía que fuese esa distancia, pero te aseguro que cuando estás en ello no me parecen tres campos de futbol sino muy poco espacio. Yo he corrido muchas veces de un lado al otro de un campo de fútbol y siempre se me ha hecho muy largo, pero con las MotoGP la sensación es la contraria”.

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