La enorme mochila de Marc

La enorme mochila de Marc

Solo necesitaba el visto bueno de los médicos y lo obtuvo: Marc Márquez ha vuelto. Mientras, en este preámbulo de más de tres meses tenía a toda la cúpula de HRC -comenzando por el propio Alberto Puig- rogando al cielo para que su estrella pudiese estar presente en el decisivo test de Misano, donde el de Cervera debería marcar la pauta de la RC213V de la resurrección. Porque sí, eso es lo que era esta prueba para Honda.

Renacimiento también para el propio Marc, el enésimo en estos últimos dos años y medio ya, entre accidentes, operaciones, recaídas y diplopías varias. Cual Ave Fénix pues, el octocampeón ha vuelto a subirse a la Honda para sentar las directrices de una moto que necesita regresar al lugar que, por currículum, le corresponde: la marca que más títulos de MotoGP ostenta está viviendo la peor sequía de su laureada trayectoria y necesita volver a lo más alto con urgencia.

Gran parte de esta tremenda responsabilidad se ha depositado sobre los maltrechos hombros de Márquez, el único que parece ser capaz de sacar la quintaesencia de la complicada Honda. Marc quiere mucho a Honda, pero ésta le debe mucho a él y le necesita aún más.

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100 días después de la última vez que compitió, Marc rodó hasta 100 vueltas en Misano, y, de nuevo, volvió a ser la mejor de las Honda presentes, quedándose a sólo medio segundo del mejor crono y nuevo récord de la pista que marcó Fabio Quartararo. Un tiempo, este de Márquez, que le hubiese dado la pole en el GP de San Marino. Seguro que los otros tres pilotos de la marca del Ala Dorada salieron de Misano con la cabeza bien gacha, y es que Marc está en otra esfera...

Pero la paciencia del catalán no es infinita. El margen que le ha dado a su equipo de siempre tampoco lo es y, de hecho, tiene fecha: dos años para volver a la cima -los dos que le quedan de contrato-, o adiós a Honda (¿y ‘hola’ a Ducati? Allí lo están esperando con los brazos abiertos).

Marc es un profesional como pocos, y sin estar ni mucho menos bien ha apurado su preparación física para poder estar presente en Misano y luego en el GP de Aragón. Fue de los primeros en salir a la pista italiana, toda una declaración de intenciones.

La pelota está ahora en el tejado de Honda.

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