Desde Chile se está acelerando la construcción de la primera planta que producirá a gran escala la gasolina no contaminante, la e-gasolina o gasolina "verde" a partir del próximo año.
Este tipo de gasolina se diferencia de la tradicional al no producir el "efecto invernadero" ni los contaminantes característicos de los combustibles fósiles porque el agua y el dióxido de carbono extraído de la atmósfera son suficientes para producirlo, utilizando energías renovables.
Se producirá combinando hidrógeno verde, el que se produce con la electrólisis del agua alimentada por energía renovable, y el dióxido de carbono capturado de la atmósfera, obteniendo metanol que se convierte en e-gasolina.
Se prevee que por procedimientos similares será posible obtener e-diesel para camiones, autobuses y barcos, y e-kerosene para aviones. El único límite es tener suficiente disponibilidad de energías renovables.
Este ambicioso proyecto que se está desarrollando en Cabo Negro en la Patagonia chilena bajo el nombre de Haru Oni, cuenta con el respaldo de la eléctrica chilena AME, la petrolera ENAP, la alemana Siemens, la italiana ENEL y la alemana Porsche.
Y se espera que la planta produzca 130.000 litros de e-gasolina por año y si se cumplen las previsiones, aumentará la producción a 55 millones de litros en 2024 y a 550 millones de litros en 2026.