Aquí [en Avià], empieza todo y aquí es donde tiene que terminar.
Aquí me han visto nacer como piloto, he crecido como persona, hemos celebrado éxitos y también alguna derrota. Es el lugar perfecto. Es el lugar donde he podido vivir mi pasión, y en sus caminos he podido desarrollar mi carrera deportiva. Gracias también a la pasión que me ha transmitido mi familia, sobre todo mi padre. También agradecer la figura de la madre que también me ha apoyado muchísimo.
Siempre he sabido que este momento llegaría, se iba acercando. Cada año que pasaba ibas pensando “quizás un par de años más…”. De hecho, cuando gané la primer Dakar me dije a mí mismo: “un par de años más y lo dejo porque es una especialidad que tiene mucho riesgo”. Pero siempre me he sentido con fuerzas, y me ha gustado mucho ir en moto. Pero llegados a este punto, era el momento adecuado y el momento que el cuerpo me ha pedido que parase.
Miro atrás y todo lo que he conseguido no lo hubiera conseguido ni en el mejor de los sueños. Toda una carrera deportiva donde muchos de vosotros me conocéis por el Dakar, aunque todo empieza bastante antes.
Empiezo el Dakar en una gran aventura que viví con Carlos Sotelo, quién me abrió la puerta. Y luego, todo un recorrido que he hecho durante 10 años con todos mis sponsors, a los que estoy muy agradecidos por poder hacer este camino. Con una relación profesional pero también con una parte personal muy importante. Es de agradecer que hayan estado a mi lado.
Muy especialmente a KTM, la familia. Ahora nuestros caminos se separan, pero espero que algún día vuelvan a juntarse.
También a todos los medios de comunicación: el trato que me habéis dado siempre es de agradecer.
También a toda la gente que se ha involucrado en mi proyecto a nivel personal. Muchos no forman parte del staff técnico de KTM. Pau como preparador físico Pep Font como psicólogo… mucha gente que ha remado en la misma dirección; sin ellos habría sido imposible. Quiero tener unas especiales palabras de agradecimientos a Miquel y David, que han sido mis mecánicos durante toda mi vida. Y sin ellos esto no habría sido posible.
Estoy delante de un gran reto. Un reto grandioso. Tengo que aprender muchísimo, casi todo, estoy delante de devolver al Dakar todo lo que me ha dado y lo intentaré. Como enamorado del Dakar que soy, intentaré devolver la oportunidad que me ha ofrecido ASO de ser director deportivo de la carrera. Para mí era imposible decir que no.
De alguna forma también quiero pedir disculpas a Queralt [su esposa] y a Lluís [su hijo], porque siempre les había dicho que cuando acabara de ir en moto tendría una vida más tranquila y más tiempo para dedicarles. Y ante este reto… esto no será así.