La llegada de la impresionante Honda CBR1000RR-R nos dejó a todos extasiados, tanto por sus elevadísimas prestaciones como por su impactante diseño, que demás de estética aporta novedades como los alerones integrados en los laterales de su carenado.
El sector de las supernaked deportivas, con elevadísimas prestaciones, está muy de moda y la mayoría de los grandes fabricantes apuestan por él. En poco tiempo hemos visto aparecer potentísimas naked que alcanzan o incluso superan la barrera de los 200 CV, como la Kawasaki Z H2, la MV Agusta Rush 1000, la Ducati Streetfighter V4, la Aprilia Tuono V4 1100… o que no están muy lejos de esa potencia, como la nueva KTM 1290 Super Duke 2020.
Honda tiene a la bella e interesante CB1000R como su mejor representante, dentro de su familia Neo Sports Café, una excelente moto, aunque lejos de las prestaciones e intenciones de las arriba mencionadas.
¿CB1000RR?
Kar Design no ha podido dejar de imaginarse cómo sería aprovechar la fantástica base de la CBR1000RR-R, con 217 CV y máxima tecnología, para hacer una supernaked, mucho más radical que la Neo Sports Café.
La CB1000RR de Kar Design parte del mismo chasis y motor, pero sustituye el basculante doble brazo de la hipersport por un monobrazo. La horquilla también es nueva, con tratamiento TiN en sus barras, y los frenos Nissin dejan su lugar a unos Brembo.
El escape Akrapovic con salida lateral es sustituido por uno con salida superior. Los asientos de conductor y pasajero tienen mayor grosor de espuma en la naked, de manera que su confort sea superior al de la CBR.
Desde luego, los semimanillares dejan paso a un manillar alto, pero en la breve carrocería se siguen conservando los alerones de sus laterales y los minimalistas faros LED, con la toma del Ram Air.
¿Se ha plantado Honda una hipernaked así? Imposible de saber, dado el habitual hermetismo del fabricante japonés.
Pero una moto así, dulcificando el motor hasta unos 200-205 CV, manteniendo la electrónica y parte ciclo de la CBR1000RR-R…
Mmmmmm… ¿A quién no le gustaría?