De plomo, de iones de litio… Los materiales usados para las baterías de los vehículos eléctricos son diversos, pero la autonomía y el tiempo de recarga siguen siendo la asignatura pendiente.
La firma china GAC podría haber dado con la solución: ¿qué tal una autonomía de 1.000 km, o de 300 km con solo cargar 10 minutos?
Esto es lo que propone GAC gracias al nuevo material que está estudiando para su nueva generación de baterías: el grafeno.
Este material, relativamente nuevo, procede del átomo del grafito (el mineral usado entre otras cosas en las minas de los lápices). Tiene como características una alta conductividad eléctrica, alta elasticidad y flexibilidad, dureza, resistencia, e incluso transparencia, entre otros.
La empresa china ha desarrollado un nuevo ánodo de silicio capaz de aumentar la densidad de energía a 275 Wh por kg. Una tecnología de alto rendimiento que, por tanto, debería permitirle alcanzar los 1.000 km de autonomía con menores costes y mayores velocidades de carga.
GAC afirma que con la batería de grafeno se consigue una reducción de los costes de producción. Pero, especialmente, la posibilidad de crear una batería que con tan solo 10 minutos de carga sea posible realizar entre 200 y 300 km.
No solo GAC está trabajando en baterías de este material: también en España, concretamente en Alicante, empresas como Graphenano están investigando su propia batería de grafeno.
Aunque aún quedan muchos interrogantes por despejar sobre si el futuro de la automoción se basará exclusivamente en vehículos eléctricos. Lo que está claro que su peso va aumentando cada vez más.
El grafeno podría ser la solución definitiva a los principales problemas que presentan a día de hoy, que son la autonomía y el tiempo de recarga.