KTM RC 125: mucho más que una Duke carenada

Si la Duke 125 supuso una pequeña gran revolución en el panorama de las motocicletas de 125 c.c., la firma de Mattighofen está presentando al mundo estos días su RC 125, la deportiva de octavo de litro destinada a inocular la pasión por las motos a los más jóvenes. Como os avanzábamos, en breve os podremos contar de primera mano cómo va esta nueva supersport para el A1. Mientras tanto, os podemos recordar algunas de sus características principales: se trata de un modelo con motor monocilíndrico 4T LC DOHC de 4 válvulas, con cotas de 58x47,2 mm, con 11 kW (15 CV) a 9.500 rpm. Su par máximo, de 11,8 Nm, lo alcanza a 8.000 giros, sin que se sientan vibraciones excesivas en ningún momento gracias a su eje contrarrotante de equilibrado.

El chasis es un multitubular en acero pintado, cómo no podía ser de otro modo, en el naranja de la casa. Respecto al de la menor de las Duke cuenta con un ángulo de dirección más cerrado (ahora 1,5º menos, al situarse en unos agresivos 23,5º), con un avance de tan sólo 88 mm y una distancia entre ejes de 1.340 +/- 15 mm, cotas también más deportivas que en la Duke. También gana en distancia libre al suelo, algo que le ayuda a lograr agilidad, y permite que la parte inferior del carenado no roce con facilidad en los bordillos.

Si la Duke 125 tardó poco en convertirse en la moto más vendida de su segmento en Europa, gracias a ser, entre otras cosas, la primera 125 de marchas en incluir el ABS de serie, esta RC no podía ser menos y también cuenta con el afamado sistema antibloqueo Bosch 9MB. Su pinza delantera Bybre -filial de Brembo- de cuatro pistones y anclaje radial, morderá con ganas el disco de 300 mm. También cuenta con robustas suspensiones WP, con una vistosa horquilla invertida de 43/125 mm, y un amortiguador directo al basculante (el habitual de aluminio con los refuerzos a la vista, tan bello como ligero y eficaz), con 150 mm de recorrido en rueda y precarga ajustable. Se incluye un neumático posterior con dimensiones 150/60 ZR 17, las mayores de la categoría.

Su altura de asiento, 820 mm, supone un compromiso entre eficacia pura en deportividad y facilidad de uso en el día a día. Detalles como los dos faros delanteros elipsoidales, los intermitentes LED integrados en los retrovisores o los LED de posición y freno traseros, integrados en el colín, son otros detalles distintivos de esta pequeña superdeportiva. El tablier, ya vsto en las Duke "pequeñas", es tan completo como el que más en el mercado en cuanto a volumen de información disponible. Y por último, pero no menos importante: como siempre sucede en la marca, la RC nace con un amplio catálogo de piezas que la pueden personalizar a tu gusto. Es breve os podremos contar cómo funciona, pero mientras tanto, os dejamos con una galería de imágenes que os demostrarán cuán cuidadas son sus agresivas líneas, obra del estudio de Kiska, como es costumbre en la firma austríaca. Que las disfrutéis.

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