La 390 Duke es la hermana mayor de la saga iniciada con la 125, una naked deportiva que incorpora el nuevo motor de 373,2 cc -89 x 60 mm-, inédito hasta la fecha. Basada en la 200, es prácticamente idéntica en sus dimensiones y cotas de chasis aunque, evidentemente, ha sido redimensionada para acoger el nuevo motor monocilíndrico. Así, el chasis multitubular de acero, el basculante de fundición de aluminio, las llantas, frenos y suspensiones son los mismos que de la 200, y se mantiene el resto de componentes –grupos ópticos, instrumentación, plásticos, asiento, etc-.
En cuanto al motor –LC, IE, 4V, DOHC- deriva del conocido 200 Duke; usa prácticamente los mismos cárteres pero, evidentemente, cilindro, pistón, culata, biela y cigüeñal son nuevos. El nuevo motor consigue desarrollar una potencia de 44 CV a 9.500 rpm, lo que unido a un peso de 150 kg –llenos-, ofrece una buena relación peso/potencia.
En cuanto a la 690 Duke R, respecto a la 690 estándar, recibe varios componentes de su catálogo Power Parts, así como nuevas suspensiones multiajustables. En KTM han aplicado las enseñanzas de la European Junior Cup, recordemos que se corrió con esta 690 Duke, para lanzar un modelo más deportivo, no solo a nivel estético, sino también en cuanto a estabilidad y dinamismo. Además, también se añade el sistema ABS con la centralita Bosch 9M,
La marca naranja también mostró la versión “carreras-cliente” de su rapidísima Moto3, moto que todo el mundo aspira tener, denominada RC 250 R. Con un precio de 45.000 euros se presenta como una interesante alternativa para los mundialistas más jóvenes.
Y la sorpresa fue la presentación de un prototipo de naked radical, movida por el motor bicilíndrico en V de la RC8, de 1.290 cc, una moto ultra radical, una streetfighter, una moto realmente atractiva y bestial.