Desde que KTM anunció la renovación de sus motos de enduro con motor de 4T y el desarrollo de un propulsor específico para la especialidad, hemos estado ansiosos por probar la 450, que a buen seguro se convertirá en la nueva referencia de la cilindrada reina. El momento llegó con motivo de la presentación de la gama KTM 2008 en nuestro país, donde tuvimos la ocasión de rodar a lo largo de más de dos horas sobre la nueva estrella naranja.
Si en 2007 KTM centró sus esfuerzos en renovar su gama de motocross casi por completo, en 2008 le ha tocado el turno a la de enduro.
KTM ha tirado la casa por la ventana y ha desarrollado un nuevo propulsor, pensado para su uso específico en enduro. Según los responsables de la marca, la configuración que mejor se adapta al enduro es la de un solo árbol de levas en cabeza, pues permite una entrega de potencia más suave y controlable, más a acorde con los requerimientos de la especialidad. Esto, junto con la ausencia del arranque a pedal, es el motivo que lleva a los ingenieros a crear el nuevo XC4. La arquitectura del novedoso motor KTM nos recuerda en mayor medida a la del modelo anterior, que al de motocross.
A simple vista, las principales diferencias las encontramos en la distinta ubicación de la bomba del agua, de los filtros de aceite, y sobre todo en el cilindro y la culata, mucho más compactos que en el antiguo motor. La bomba de agua se ubica en la tapa del embrague en lugar de en la culata, mientras que los filtros de aceite se encuentran ahora en la parte baja del cárter.
Nos parece muy interesante la adopción de un nuevo sistema de lubricación, con dos circuitos, uno para el grupo termodinámico y otro para el embrague y el cambio. Los circuitos independientes garantizan que el aceite sucio del cambio y del embrague no engrase los componentes más importantes del motor, como son cilindro, pistón, culata y cigüeñal.
Tanto el chasis como la carrocería son prácticamente idénticos a los de las SX-F, con las lógicas modificaciones para los modelos enduro. Si los comparamos a los de las anteriores EXC ahora los tubos ovalados de los tirantes laterales son de mayor sección, lo que redunda en una mayor rigidez y, por tanto, en una mejor estabilidad.
La posición de conducción es buena, si bien el depósito de gasolina es un poco más ancho que
el anterior. Esta anchura se halla en la zona de unión con el asiento, por lo que al pilotar de pie puede llegar a ser beneficiosa, pues es justo la zona de contacto con las botas, por lo que resulta muy fácil hacer fuerza con las piernas en caso de necesitarlo. El resto de los mandos están situados en la posición ideal, como es habitual en las motos naranja.
El motor de arranque funciona a la perfección, tanto en frío como en caliente, en ningún momento ha mostrado el menor síntoma de desfallecimiento.
En marcha, el nuevo propulsor es de los que se dejan llevar, su respuesta es muy progresiva, aunque no le cuesta tanto ganar revoluciones como a su predecesor. En todas las circunstancias el comportamiento del propulsor nos parece perfecto. En la crono se muestra suave cuando giramos sobre curvas sin apoyo, pero su respuesta rápida también nos ayuda a salir de los peraltes, en los que apreciamos su carácter más racing.
Por pistas y caminos resulta realmente agradable de pilotar, pues su progresividad le otorga una excelente capacidad de tracción, que permite abrir gas sin tener que temer por que la rueda trasera nos adelante.
Tan sólo hay un punto que no cambia en las nuevas KTM de enduro, y éste es la frenada. La bomba del freno delantero Brembo sigue mostrando un tacto algo duro que hace que tengamos que aplicar mucha fuerza en la maneta para obtener la potencia deseada.
La renovación de las KTM de enduro se ha hecho esperar, pero a los que os hayáis aguardado, os aseguramos que ha valido la pena. Las nuevas EXC-R mejoran el comportamiento de sus predecesoras en casi todos los aspectos, y además, KTM ha mantenido el precio del modelo anterior, que en la 450 que nos ocupa es de 8.999 euros.