KTM 390 Duke: el arma definitiva

Como ya adelantábamos en el número anterior, KTM eligió Turín para la puesta de largo de las renovadas 125 y 390, y preparó una larga ruta a los pies de los Alpes para poder exprimir al máximo las prestaciones de esta naked para la licencia A2. ¿Qué nos pareció? Que es una opción que se adapta a todo, con la que te puedes mover sin problemas por ciudad y con la que te puedes perder en carreteras de curvas. Prestaciones del motor, trabajo de las suspensiones, respuesta de los neumáticos, ergonomía, garantía de comodidad… todo ello hace de esta austríaca una herramienta válida para todos los ámbitos.

Peso pluma y superligera (149 kg en seco), pero estable y con aplomo para entrar y garantizar un rápido paso por curva. El asfalto no estaba en las mejores condiciones debido a la lluvia y a su antigüedad. Estaba roto, lleno de baches y húmedo a parches, pero eso no impidió que le pudiésemos meter caña al mono. Los Metzeler M5 se adaptaron a cada situación y se comportaron realmente bien, a pesar de no poderlo probar en un asfalto de los que invitan a abrir el grifo sin compasión. También absorbieron bien las irregularidades las suspensiones. Monta una horquilla invertida con un nuevo sistema WP no regulable para el tren delantero y un monoamortiguador trasero dotado de la tecnología con pistón separado. Las prestaciones del motor monocilíndrico invitan al ataque. 44 CV y un par de 37 Nm a las 7.000 rpm se traducen en una respuesta con chicha y gustosa, a lo que se suma el sistema ride by wire, que contribuye a refinar la respuesta y hacerla más precisa y lineal.

El embrague antirrebote también aporta su granito de arena en este sentido al regular la retención del motor, de forma que la frenada –ya de por sí garantizada por la pinza Bybre– es óptima. Los discos de freno han aumentado de tamaño y emplea uno de los mejores de su clase (320 mm delante y 150 mm detrás). Lo que también comprobamos de primera mano durante la presentación fue la respuesta del motor en todo el rango de revoluciones. A bajas –a partir de las 3.000 rpm– empuja y acelera bien y, a medida que va subiendo, ataca todavía mejor. El hecho de estar adaptada a la normativa Euro 4 no ha afectado al rendimiento del motor. Al contrario. Y todo ello con una reducción considerable del consumo.

Toda la mañana circulando a ritmillo y apenas bajó el indicador de combustible, como así señaló en el avanzado y mejorado display TFT a color. Te ofrece toda la información habida y por haber y se adapta automáticamente a las diferentes condiciones de luz para garantizar una óptima visibilidad. Además, como ya vimos en la pequeña y renovada 125, incorpora pulsadores en la piña izquierda para navegar por los menús de la instrumentación. Y, cómo no, ese aspecto de fiera que comparte con el resto de la saga –125, 690, 690 R– que han heredado en gran parte la fisonomía de la matriarca, la 1290 Super Duke R. Diseño agresivo, imponente, rectilíneo y que atrapa la atención, empezando por la renovada óptica delantera con luces de led. Además, tienes dos opciones, uno con predominio de naranja y el otro con mayor protagonismo del negro. Ligera, potente, fácil, pinta de moto gorda, gorda… ¡Es la moto definitiva del A2!

Más accesorios que la Barbie

El escape que veis en las fotos es el Akrapovic que KTM pone a tu disposición a modo de accesorio y que mejora tanto el aspecto general como las prestaciones y el sonido. También tienes otros elementos para adaptarla a tus gustos y necesidades, como los protectores de maneta, además del sistema para vincular tu KTM con el teléfono. Vas a poder recibir llamadas y controlar la música de tu smartphone a través de la pantalla TFT y los interruptores para navegar fácilmente.

La cadena, bolsas traseras, top case, los respectivos soportes, cúpulas, asientos… El catálogo no solo se queda en las PowerParts, sino que también tienes el PowerWear, con prendas de ropa y equipamiento –cascos, tejanos, botas chaquetas– para que vayas full factory. 

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