El Mundial 2020 será recordado por todos los problemas generados por la pandemia del coronavirus y por la grave lesión del que ha sido el claro líder de los últimos años, Marc Márquez.
El de Cervera ha sido el tiburón que ha devorado a sus rivales en los últimos años, dominando con mano de hierro el campeonato, y parecía que este año iba a seguir por los mismos derroteros, tras la demostración del piloto de Honda en el GP inaugural de Jerez, especialmente tras salirse a la grava y remontar como un poseso. Luego… bueno, todos conocemos la historia.
Fabio Quartararo ganó las dos carreras celebradas en el circuito andaluz, y parecía confirmar lo que vimos el año pasado: que, tras ser un duro rival de Marc la pasada temporada, apuntaba a coger el relevo del catalán en esta, tras su previsiblemente larga ausencia. Viñales acabó ambas veces detrás del francés en Jerez.
Sin embargo, esta constancia de los dos pilotos de Yamaha se terminó de golpe, y a partir de entonces empezó un rosario de diferentes ganadores: en Brno vimos la primera victoria de una KTM, en manos del novato Brad Binder; en el GP de Austria, Andrea Dovizioso levantó la cabeza y se adjudicó el triunfo. Luego fue Oliveira, con otra KTM; en San Marino, Morbidelli…
Parecía que nadie se decidía a coger las riendas del campeonato y luchar por mantener el liderato. El líder entonces, Andrea Dovizioso, lo era circunstancialmente y todo daba a entender que su reinado iba a ser breve.
El más sólido
No, el más sólido a mitad de campeonato no era ninguno de los tres primeros entonces (Dovizioso, Quartararo y Viñales), sino el cuarto: Joan Mir.
Salvando la caída en la carrera inicial de Jerez y en la de la República Checa, -en la que Lecuona lo tiró al principio de la carrera- Joan había estado siempre en las primeras posiciones: Andalucía (5º); Austria (2º); Styria (4º); San Marino (3º); Emilia Romagna (2º); Catalunya (2º). Si tenemos en cuenta que en el GP de Styria habría ganado con comodidad, de no haberse parado la carrera por las caídas de Zarco y Morbidelli (finalizó 4º en la segunda salida), en las últimas cinco carreras Joan no se habría bajado del podio.
Su único mal resultado a partir de entonces fue en el GP de Francia (11º), disputado bajo la lluvia. Dos posteriores podios en Aragón fueron la antesala de lo que Mir deseaba más que nada: su primera victoria, conseguida en el GP de Europa de Cheste.
Joan era digno líder y merecedor del campeonato, aún sin haber ganado ninguna carrera. Nadie duda del valor del título de Emilio Alzamora en 1999, sin que el catalán lograse ninguna victoria esa temporada. Emilio fue, simplemente, el mejor ese año.
El piloto de Suzuki ha sabido sacar el máximo partido de una moto que, si bien no es la más veloz ni de lejos, si da muestras de ser la más equilibrada y consistente:
“Hay muchas motos que tienen cosas positivas, puntos fuertes y débiles, y nuestra moto es muy equilibrada. La nuestra no es que tenga algo malo en la calificación, simplemente, es que nos cuesta un poquito más. Pero luego he entendido cómo funciona esta moto y puedo ser muy competitivo a final de carrera”, dijo tras la carrera de Montmeló.
Una trayectoria siempre ascendente
Con 16 años el mallorquín debutó en la Red Bull Rookies Cup en 2014, finalizando segundo del campeonato. Al año siguiente compitió en el FIM CEV Repsol Moto3 Junior, acabando 4º, y en 2016 llegó al Mundial de Moto3, de la mano del equipo Leonard -que entonces corría con KTM- terminando la temporada en 5ª posición, logrando una victoria y siendo el ‘Rookie del Año’.
Solo un año más tarde (2017) y con el mismo equipo, pero con una Honda, Joan arrasó, con 10 victorias y el título. Solo estuvo un año en Moto2 (2018), donde volvió a ser el mejor debutante de la temporada con el Marc VDS, logrando cuatro podios y el 5º puesto final.
El año pasado dio el salto a MotoGP en el equipo oficial Suzuki, debutando en Qatar con un 8º puesto. Aunque la estación estuvo plagada de caídas, Mir finalizó 10 veces entre los 10 primeros.
Con la cabeza muy bien amueblada, de fino estilo de pilotaje -que recuerda al de Pedrosa o Lorenzo- buen gestor de los neumáticos, y discreto pero firme en los medios, Joan Mir ha demostrado ser un digno sucesor de Marc Márquez.
Joan Mir, aquel que tuvo las agallas para coger las riendas.
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«gestionador», uf, mejor gestor.
Toda la razón, Álex….
Aunque la estación estuvo plagada…¿querrás decir Temporada?
Pésima traducción del inglés season.