Joan Masó, el hombre de las 20 medallas

Pese a haber nacido y residir en Barcelona, su afición a las dos ruedas se gestó, creció y sigue enraizada en Sitges, el municipio donde sus padres pasaban los fines de semana y las vacaciones y donde él daba rienda suelta a su pasión con una Ducati 50 TT. Habitual del taller del recientemente desaparecido Ramon Escudé, Masó se dejó llevar por la afición de éste hacia el enduro, y así fue como en 1981, con una Montesa H6 de 75 c.c., participó en su primer enduro. La carrera se disputó en Castellolí, y desde entonces se podría decir que es un piloto en activo.

Siempre como amateur, su moto se ha convertido en fija en los parques cerrados de nuestro país. Sin embargo, son los Seis Días los que más han marcado a Joan. “Cuando le conocí, Ramon era mecánico de Felipe Beltrán, que era piloto oficial Bultaco, y siempre estaban hablando de los ISDE y de todo lo que suponía ir a esta carrera”, rememora.

Tal era la pasión que sentía Escudé por esta prueba, que ya en 1982 estuvo a punto de convencer a Masó para ir a correrlos. “Menos mal que no fui, porque se celebraban en Polonia y fueron muy duros, tanto que Pep Vila tuvo que retirarse el sexto día”. No obstante, al año siguiente acabó por sucumbir.

A partir de este momento, Masó no se ha perdido ni uno solo de los Seis Días, han sido 25 participaciones, con cinco retiradas y veinte medallas, doce de bronce y ocho de plata.

“Creo que podría explicar una anécdota curiosa de cada edición, porque la cantidad de cosas que pasan en una carrera de tantos días es increíble”, asegura el piloto. “Cada ISDE es un mundo, y si encima llueve, aún se complica más todo.

Joan no se ha planteado de momento la retirada, aunque no descarta hacerlo el día que pueda volver a disputar unos Seis Días en Gales. “De todos modos, el atractivo de esta carrera va mucho más allá de la propia competición. Es distinto a todo, con todo el mundo ayudando a todo el mundo, seas del país que seas, y con gente dispuesta a echarte una mano cuando tienes problemas”.

El planteamiento de nuestro protagonista es sencillo: correr como diversión. Ya sean unos ISDE, un Nacional de Enduro o un rally TT, Joan tiene la moto como su principal forma de ocio, por lo que “cada año ya sé donde pasaré mis vacaciones del año siguiente, dos semanas son para los ISDE y las otras dos para otras carreras”.

(Sigue leyendo en Solo Moto Off Road numero 93)

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