IV Concentración nacional Club BMW C

Pasado el verano y por segunda vez en este año, el grupo de moteros del Club BMW C, aumentado una vez más en número, se dispuso a refrescar el buen sabor que les dejó la III QDD de La Cabrera, Madrid, el pasado mes de abril y a divertirse nuevamente con la cuarta, celebrada entre los días 19 y 21 de septiembre.

En esta ocasión, el punto de encuentro fue el Hotel Alaiz, situado en Beriain a unos 9 kilómetros de Pamplona. La orga­nización corrió a cargo de Ricardo y Ainhoa, que prepararon unas interesantes rutas tanto por su nivel paisajístico como por la calidad de las carreteras elegidas, sin hablar de su gastronomía. A medida que llegaba la fecha, se infor­maba del lugar de alojamiento, mapas de las dos rutas, lugar de comida y del número de personas que se iban intere­sando en este evento, gracias a la página web del club.

La cita comenzó el viernes 19, con el hotel como punto de encuentro. Durante toda la tarde fueron llegando los amigos que ya componían este club y nuevos que ya son de la familia. Los saludos, ri­sas y la emoción del reencuentro se hizo patente hasta llegada la hora de la cena, que se realizó en el salón del propio hotel. A primera hora del sábado 20, se pre­sentó el resto de amigos desde Navarra, hasta un total de 28 participantes a los que se entregó una bolsa con diferentes obsequios enviados por los colaboradores de la QDD.

La ruta de 174 kilómetros comenzó por la mañana dirigiéndonos hacia los Pirineos Navarros. Después de coger la A-21 y la NA-234, nos topamos con Urroz Villa (Urrotz). Se trata de una villa medieval situada en el prepirineo nava­rro. De aquí por la NA-150 nos dirigimos hacia la foz de Arbayún, paramos en el mirador situado en dicha foz, donde pudimos apreciar la belleza del paisaje. Continuamos hacia Navascués, en la NA-178. Situado en el valle de Salazar, en los Pirineos orientales. La carretera pasa por un puente de piedra y por el puerto de Las Coronas, en el macizo de Navascués. Como dato de interés, se pasa por la Cañada de los Roncaleses, desde donde se puede acceder a varios dólmenes a más de 1.000 m de altitud. Seguimos hacia Burgui, en el valle del Roncal, entrando por el puente romano que pasa sobre el río Esca, y donde se sigue celebrando el Día de la Almadía, como reconocimiento a este oficio tan antiguo e importante para la zona. Aquí paramos en el bar Zatiberri para tomar un pequeño almuerzo e intercambiar impresiones.

De nuevo en marcha, seguimos hacia Güesa (Gorza) y Ezcaroz, capital del valle de Salazar y por donde pasa el río que da nombre al valle. El siguiente punto de paso fue Jaurrieta, muy apreciado por el entorno y el alojamiento. Seguimos hasta Abaurrea Alta, que es la población más alta del valle de Aezkoa y de Navarra. Una vez pasado, llegamos a Garaioa, también en el valle, en el Pirineo oriental navarro. Se encuentra muy cerca de Roncesvalles y de la Selva de Irati.

La Selva de Irati es el segundo hayedo-abetal más extenso y mejor conservado de Europa, después de la Selva Negra de Alemania. Una inmensa mancha verde de unas 17.000 hectáreas que se mantiene en estado casi virgen. El siguiente pueblo con el que nos encontramos en la carre­tera es Burguete. Según escribió Ernest Hemingway se sitúa en “el territorio más malditamente salvaje de los Pirineos”. Atravesado por la Ruta Jacobea, nació para dar cobijo a los peregrinos. Un con­junto histórico que ha sido declarado Bien de Interés Cultural, dado que en estas tierras eran paso para las legiones roma­nas y donde los vascones derrotaron a Carlomagno en el siglo VIII. Continuando por la NA-135, llegaremos a Roncesva­lles, que junto con Burguete fueron paso continuo por los Pirineos, y a la Colegiata, punto de reunión para los peregrinos del Camino de Santiago.

Finalmente hacemos parada en Valcarlos, zona fronteriza con Francia y donde dis­frutamos de una agradable comida entre amigos en la Venta Ardandegia.

La segunda ruta de 56 kilómetros nos lle­vó desde Valcarlos hasta Eugui. Volvien­do por la NA-135, pasamos de nuevo por Roncesvalles y Burguete, llegando a Espinal. Continuamos hacia Erro, donde se encuentran numerosos alojamientos destinados a turistas y peregrinos. Una vez pasado el pueblo, se llega a un bonito puerto de montaña que termina en la presa de Eugui y en el pueblo que da nombre a la presa. Paramos en el hotel rural El Quinto Real, desde donde pudimos ver el embalse y montes de alrededor, a la vez que tomamos un café comentando las impresiones persona­les.

Ya de vuelta en el hotel, era hora de prepararse para la cena, que esta vez se celebró en La Tabla Tomasa, restaurante familiar situado en Pamplona. El domingo 21, después del desayuno, se celebró el ya instituido sorteo de obsequios entregados por colaboradores como Castrol, J.Costa Competición, Ubricar, Fersan y Borja de Mollinedo por parte de BMW Motorrad España, a los que agradecemos su gesto e involucra­ción en este evento.

Como últimas palabras de esta crónica, dar las gracias a todas las personas, de las que podemos decir que son amigos, que asistieron a esta cita y que hicieron que pasáramos momentos inolvidables. También agradecer el fantástico trato y atención obtenida del Hotel Alaiz, Beriain, Bar Zatiberri, Burgui, Venta Ar­dandegia, Valcarlos y Restaurante Tabla Tomasa, Pamplona.

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