El punto de encuentro estaba en la localidad toledana de Illescas, capital de la comarca motera de La Sagra toledana, situada a mitad del Camino Real entre Madrid y Toledo.
En el polivalente recinto ferial se preparó toda la infraestructura necesaria para comodidad de todos los visitantes, en el que no faltaban bar con servicio de comidas, tiendas moteras, tienda de vinilos, el stand de Aerografías JFX, exposición de vehículos todo terreno, el stand de la tienda motera Maxilas motos de Parla, puesto de helados, escenario musical para el concierto, y sus sillas, mesas y sombrillas para comodidad del personal.
Una vez reunidas alrededor de quinientas motos, iniciamos una ruta mototurística por las comunidades de Castilla-La Mancha y Madrid, iniciada en dirección oeste, pasando por los pueblos de Valmojado, Méntrida, famoso pueblo por sus vinos con denominación de origen propia y cuyo conjunto urbano, con trazado del siglo xiii, está declarado bien de interés cultural; terminó en la población de Aldea del Fresno, famosa por su Safari y su playa natural en el río Alberche.
Después, volvimos a Illescas, donde nos esperaba una gran caldereta de cordero para comer, que no dejó indiferente a nadie por su buena preparación. A las cinco de la tarde iniciamos una ruta mototurística siguiendo la ruta turística literaria de Don Quijote de La Mancha, pasando por Carranque, famoso por su parque arqueológico, para adentrarnos en la Comunidad de Madrid, desde Griñón hasta el área empresarial de Fuenlabrada, en un nuevo bar motero americano decorado con la mítica Route66.
De vuelta a Illescas nos esperaban más actividades por delante, exhibición de motos y de bailes de zumba al ritmo de la música, con la realización de una gran exhibición aeróbica que dejó a todos impresionados.
Después de las exhibiciones se guardó un minuto de silencio en memoria de los compañeros moteros que nos han dejado este año, a continuación se realizó el sorteo de regalos, entre los que había cuatro entradas para el Gran Premio de Motociclismo de la Comunidad Valenciana, finalmente los presidentes del moto club, David y Desi, subieron al escenario para anunciarnos su próxima boda.
La noche siguió con el concierto de los alevines rockeros del conjunto musical Sould Band, que a su corta edad (entre doce y quince años), se atrevieron con grandes versiones de rock en inglés como el “Born to be wild”.
En definitiva, una gran concentración motera que ha sabido hacerse un espacio importante en el calendario motero de la zona centro, por la gran calidad de la misma, en la que siempre somos tratados con amabilidad, y en la que nos esperan a todos al año que viene, que llegará a su quinta edición.
Nos vemos en Illescas, saludos y ráfagas.