Inazuma 250, la respuesta de Suzuki a la demanda de motos urbanas

Por suerte, no deja de ampliarse el mercado de modelos aptos para el A2 de baja y media cilindrada, importantes porque son los que alimentan la futura cantera de motoristas. Para ese público llega ahora la Inazuma 250, una bella naked de líneas elegantes. Cada vez son más los modelos que llegan a esta categoría, y cada vez es mayor su calidad y nivel de acabados, lo que aleja el segmento de las 250 del de las motos baratas, sin más argumento que el bajo coste de adquisición.

A la hora de diseñarla, los técnicos de Suzuki se han basado en las líneas maestras de la monstruosa B-King, una moto de líneas voluminosas e impactantes. Esta inspiración queda clara al contemplar el faro o los intermitentes integrados en las tapas que cubren parte del depósito.

El motor es un bicilíndrico en línea SOHC con refrigeración líquida, con cigüeñal calado a 180º y alimentado por inyección electrónica. Su respuesta ha sido orientada especialmente a proporcionar unas buenas cifras de par a bajo y medio régimen, lo que garantiza una conducción agradable, fluida y suave, y enérgica al mismo tiempo. Dispone de un eje de equilibrado para eliminar vibraciones, de una salida de escape independiente para cada cilindro, y de una caja de cambios de seis relaciones. Su bajo consumo, combinado con un depósito de combustible de 13,3 litros de capacidad, garantiza una amplia autonomía de más de 300 km.

Bastidor simple y efectivo

El chasis es un doble cuna de acero de sección redonda, y cuenta con neumáticos 110/80 x 17 y 140/70 x 17. Las suspensiones son sencillas pero efectivas, con una horquilla convencional delante y un amortiguador central posterior, anclado a un basculante de acero de sección rectangular. Además, lleva frenos de disco en ambos trenes.

En la Inazuma cabe destacar un buen nivel de acabados como demuestra el hecho que se haya optado por la fundición de aluminio para la realización de numerosas piezas que suelen realizarse en acero en motos de corte muy económico (estriberas de conductor y pasajero, pedales, asidero del acompañante, pletinas varias). Destacaremos también que el tablero de instrumentos es propio de categorías superiores, dado que se trata de un complejo conjunto con todos los testigos necesarios, nivel de combustible y hasta indicador de marcha engranada, además de un curioso chivato de sobrerégimen con tres modos distintos de funcionamiento (estándar, normal y económico). Pronto estará disponible en los concesionarios de la firma a un precio aun no comunicado, en dos colores, denominados como negro perla nebulosa y rojo candy cardenal.

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