Hace tres años que tuvo lugar en la Costa Brava como destino final su primera edición. El año pasado la participación aumentó de forma considerable, con más de treinta motos inscritas. Los Adventureros tuvieron entonces la oportunidad de descubrir la magia de Huesca, el Somontano y la sierra de Guara.
Tras aquella segunda y exitosa edición, con buen criterio, en KTM España decidieron darle un giro a su Reunión KTM Adventure y apostaron por un formato que pudiera dar cabida a más inscritos y que, sin perder el aire familiar, los participantes tuvieran más libertad a la hora de afrontar el recorrido. Y la fórmula ha funcionado.
El que ha sido el mayor evento organizado por KTM España tuvo como escenario la provincia de Segovia, con salida y llegada en el Parador Nacional. La ruta, de unos 450 kilómetros, no defraudó y la filosofía original del evento, en el que no falta un punto diferencial y el buen ambiente, flotaba en el aire entre los 115 inscritos a bordo de 90 unidades de KTM Adventure.
En esta ocasión solo recorrieron la ruta guiada por los marshalls un 20 % de los participantes, mientras que el resto lo hizo siguiendo el track que entregó la organización, es decir, sin sacar ojo del GPS. No fue una competición ni muchísimo menos, sino que los participantes pasaban por unos controles de paso voluntarios para completar el carnet de ruta que entregó la organización en la salida del Parador Nacional de Segovia. El recorrido circular fue de unos 450 kilómetros, con cinco controles de paso para los que se dio un tiempo sobrado.
La libertad de marcar cada uno su ritmo, de pararse en los controles para visitar fugazmente algunos de los castillos, tener tiempo de conversar con el resto de los participantes o bien escoger la opción de ir a un ritmo más ligero, fue del agrado de los participantes.
No se trataba de una competición, ni los controles de paso fueron obligatorios, pero, a pesar de ello, la idea sedujo a todos los participantes al ofrecer un aliciente más a las características de la ruta, en plena sintonía con la filosofía que inspira a los modelos de la gama KTM Adventure, que no es otra que la de ofrecer las mejores sensaciones del más puro placer de pilotaje y de la emoción de la aventura.
Tras la salida en el Parador Nacional, el primer control horario estaba en el castillo de Mendoza, cerca de Pedriza. Desde allí, la ruta pasó por carreteras míticas para muchos moteros de la zona y que personalmente me recordaron a cuando en los años noventa las hicimos algunos chiflados con motivo de un par de ediciones del Campeonato de España de Rallys de asfalto, en el que por estos lares tuvo lugar una prueba puntuable…
Batallitas al margen, el segundo control estaba en Buitrago, cuyo castillo se sitúa en el extremo amurallado y donde sorprende su muralla en forma prácticamente cuadriculada.
Después de la comida que sirvió la organización en la carpa de uno de los camiones racing de KTM España, el control más largo esperaba a los participantes, pues fueron más de 200 kilómetros hasta el castillo de Cuéllar. Colmenar de la Sierra, Corralejo, Majaelrayo, Riaza por el puerto de la Quesera, Pueblos Negros, Santibáñez de Aylón, Maderuelo, Fuentenebro y, por supuesto, la denominada Muralla China, todo un descubrimiento en forma de curvas y más curvas sobre un piso de hormigón que difícilmente olvidarán los participantes, fueron parte de una ruta fantástica.
La llegada al castillo de Cuéllar o Duques de Alburquenque, en la parte alta de la villa de Cuéllar (Monumento Artístico Nacional), fue un regalo para los participantes. Desde allí volvimos al Parador Nacional de Segovia con la sensación de haber disfrutado y muchos descubierto una zona inolvidable, donde las KTM Adventure demostraron sus buenas maneras.
Por problemas con las autoridades o mejor dicho para ahorrarse problemas, finalmente se tuvo que anular un tramo de off- road previsto que a buen seguro habría sido del agrado de muchos y en cierto modo habría completado la ruta… ¡otra vez será!
Con las 20 horas como hora límite y el sol escondiéndose por el oeste, los participantes llegaron al Parador Nacional de Segovia con una sonrisa y la sensación de haber pasado una jornada apasionante y enriquecedora.
Hora de una buena ducha y prepararse para la cena con productos autóctonos donde no faltó el cochinillo y fiesta con sorpresas al ritmo del grupo musical The Ladies. Una de estas sorpresas de la fiesta fue la presencia de Laia Sanz, piloto de KTM que quiso estar cerca de los participantes de esta Reunión KTM Adventure.
Sorteos, premios, música y fiesta fueron el final perfecto para un evento que sigue fiel a su filosofía, que no es otra que compartir experiencias a los mandos de uno de los modelos más emblemáticos de la firma austríaca… ¡hasta el próximo año!