Que las motos clásicas están de moda no es nada nuevo, y es algo que se puede ver por el número de motos restauradas que vuelven a la circulación, por la cantidad de modelos nuevos con imagen retro que los fabricantes sacan al mercado, o por el éxito que cada vez más consiguen ferias y salones como este Classics & Legends.
Las cifras no engañan, y más de 13.000 aficionados paseaban por el paddock del circuito de Cheste a lo largo de un fin de semana en que, además, la meteorología fue más que benévola, lo que permitió al público permanecer en mangas de camisa gracias a un sol protagonista durante todo el festival.
Con 545 vehículos clásicos expuestos en el paddock, la posibilidad de hacerte una foto con Agostini, Spencer y otros campeones del motociclismo, poder ver, oler y oír en directo a algunas de las más grandes motos de competición de toda la historia del motociclismo, participar en algunas de las reuniones de clubs motociclistas, como los de Yamaha RD o Bultaco Mercurio, poder comprar equipación y accesorios para nuestra moto y un largo etcétera de posibilidades, asistir al circuito de Cheste era casi una obligación.
Durante todo el fin de semana la pista estuvo tomada por todo tipo de vehículos clásicos, pues además de motos, también había sides, coches e incluso camiones clásicos, y de nuevo pudimos volver a oír el sonido de unos tubarros y de unos megáfonos cuyo sonido es inigualable.
Particulares y antiguos pilotos salían así a disfrutar del trazado valenciano con unas máquinas que, en su momento, en muchos casos, no pisaron más que los adoquines y los asfaltos de los antiguos circuitos urbanos y polígonos industriales. Y fue precisamente en un polígono industrial, el de Martorellas, cuando el 24 de abril de 1984, Ricardo Tormo sufrió un accidente que le destrozaba la pierna derecha y le apartaba definitivamente de la competición y, en su honor, el acto principal del domingo fue el homenaje que se le dedicó.
Pilotos de ayer y de hoy, familiares, compañeros de equipo, amigos y aficionados compartimos recuerdos sobre el piloto de Canals que falleció un año antes de la inauguración del circuito que lleva su nombre.
Su hijo Ricardo Tormo Gras recogió de manos del director general del Circuit, Gonzalo Gobert, un cuadro con la misma imagen que desde ese momento preside la parrilla de salida del circuito con la figura del campeón de Canals acompañado por el texto “The Legend”.
Tormo era así recordado en un acto dirigido por el expresentador Valentín Requena, acompañado de algunos pilotos como Giacomo Agostini, Manuel Champi Herreros, Pier Paolo Bianchi; el expresidente de la Federación Valenciana, Salvador Gascón, y nuestro presidente, Jaime Alguersuari, quien dedicó un emocionado y emocionante recuerdo a la figura de Tormo.
La estrella del fin de semana, el quince veces campeón del mundo Giacomo Agostini, aunque no coincidió con él en la pista al competir en diferentes categorías, recordaba a Tormo como “un piloto con un gran corazón, muy agresivo y muy bravo, al que se veía siempre con ganas de ganar”.
Finalmente, más de 20 títulos mundiales se reunían en el estrado instalado en el paddock del circuito para la ocasión, recordar a Ricardo Tormo; Giacomo Agostini, Freddie Spencer, Champi Herreros, Pier Paolo Bianchi o Nico Terol, uno de los frutos de la escuela del Circuit, se unían para una foto de familia muy especial. “Me han contado historias impresionantes sobre Ricardo Tormo, que era un piloto muy valiente y una grandísima persona. De su trabajo nos queda este gran Circuit y la escuela de pilotos de la que he salido yo y muchos otros pilotos”, señalaba Nico, que este año compite con Ducati en el Campeonato del Mundo de Superbike. No faltaron a lo largo del fin de semana las atracciones infantiles, ya que este es un evento destinado a que lo disfrute toda la familia, exhibiciones, actuaciones, bicis, camiones y otros vehículos completaban un programa que terminaba satisfaciendo a todos los aficionados.
Sin duda, lo inmejorable de las instalaciones del circuito de Cheste, la gran organización que permitía cumplir los horarios con una puntualidad germana, un extenso programa que no daba tiempo al descanso y la cantidad y variedad de vehículos expuestos han sido argumentos más que suficientes para que en tan solo dos ediciones, el Classics&Legend haya sabido hacerse con un importante hueco en el calendario de actividades del motor en general y de las motos clásicas en particular. El año que viene nos volvemos a ver.