La FIM ha puesto en pie el CDI –siglas que corresponden la Corte Disciplinaria Internacional-, un tribunal de apelación compuesto por un presidente denominado por la Federación Internacional, así como el resto de sus miembros. El reglamento dice que los nombres de éstos deben ser comunicados a las partes implicadas, que tienen el derecho de objetar. Una vez confirmado, el tribunal ha de tomar declaración a éstos, teniendo la posibilidad de consultar expertos y escuchar a testigos si así lo cree necesario.
La CDI deberá juzgar el caso en Assen, y teniendo en cuenta que los entrenamientos empiezan mañana jueves, la vista tiene lugar hoy mismo, al menos la que envuelve a los pilotos. Es la única salida posible porque es difícil de imaginar que se piense en someterles a la tensión que supone un proceso de estas características en pleno GP, aunque ya resulta complicado a la víspera. Por otro lado hay que aplaudir a la FIM por querer resolver este contencioso lo antes posible para no dejar mucho tiempo flecos sueltos que tienen importancia capital para el devenir del campeonato.
Recordar que se ha llegado a esta situación después de que el Team Pons apelase ante el CDI la decisión que los Comisarios de la FIM de no confirmar la decisión que a su vez había dictado de la Dirección de Carrera de penalizar a Marc Márquez con 1 minuto por considerarle culpable del incidente que llevó al suelo a Pol Espargaró.