Los fabricantes Honda y General Motors (GM) desarrollan un nuevo sistema de pilas de hidrógeno que ya veremos en 2024.
Desde hace décadas, la marca japonesa Honda y la firma estadounidense General Motors (GM) colaboran en varios proyectos; unos planes que en los últimos años se han centrado en electrificación y vehículos autónomos. Pues bien, ahora ambos fabricantes han anunciado un paso más en su cooperación. Para ser exactos, en el desarrollo conjunto de un sistema de pilas de combustible de hidrógeno (campo en el que trabajan desde 2013) de nueva generación, que ya podremos ver en un vehículo de la casa alada en 2024.
El modelo piloto, que se lanzará en Japón y América del Norte el año que viene, será de cuatro ruedas. Para ser exactos, se basará en el SUV híbrido CR-V. Sin embargo, dicha tecnología llegará también a vehículos comerciales, camiones pesados, centrales eléctricas estacionarias y maquinaria de construcción, y a las dos ruedas.
Honda ya desveló en abril de 2021 sus planes para dejar de vender nuevos modelos de vehículos con motores de gasolina (incluidos los híbridos) para 2040, con lo que se convirtió en el primer fabricante japonés en marcarse dicha meta. El año pasado, extendió además este objetivo de descarbonización para toda su gama de motocicletas, también para 2040.
La Unión Europea, por cierto, ratificó recientemente la prohibición para la venta de vehículos con motor de combustión más allá de 2035. No así para las motos, que sí se podrán seguir comercializando.
Las ventajas del hidrógeno
El hidrógeno es el elemento más abundante del universo y no requiere minería dañina para obtenerlo. Y lo que es más importante, es el carburante con mayor densidad energética. Sin ir más lejos, 1 kg de hidrógeno contiene la misma energía que 2,4 kg de metano o que 2,8 kg de gasolina (casi tres veces más que dicho combustible fósil).
Asimismo, cuando se obtiene mediante la electrólisis del agua utilizando energía renovable como la de los paneles solares, no deja huella de carbono en nuestro medio ambiente, puesto que solo produce agua como subproducto de la combustión; además de abundante electricidad.
Su principal inconveniente como fuente energética sigue siendo que, como gas, requiere de demasiado espacio para guardarse. Afortunadamente, las pilas de combustible cada vez tienen mayor capacidad y son más pequeñas. Aunque a día de hoy su reabastecimiento o recarga sigue siendo dificultosa debido a que los vehículos de pila de combustible utilizan moléculas de gas altamente presurizadas de entre 5000 y 10 000 psi.
Ojalá veamos más pronto que tarde las nuevas pilas de hidrógeno de Honda y General Motors en una moto o scooter.