Basada en la actual CRF 250L trail la marca del ala dorada lanza para nuestro mercado la CRF 250 M, la versión de asfalto, de estilo supermotard.
Se trata de básicamente la misma moto pero con cuatro cambios que la convierten en una atractiva supermotard urbanita. Vaya, que es la misma chica con nueva ropa más sexy.
Para ello, evidentemente, el primer cambio es sustituir las llantas por unas de 17 pulgadas, y de mayor garganta –la delantera-, y equiparlas con neumáticos de carretera. También equipa un disco de freno lobulado delantero de mayor diámetro y una nueva decoración. El resto es idéntico a la trail, desde su motor monocilíndrico de 250 cc –LC, DOHC, 4V, PGM-FI- hasta el chasis doble cuna de acero, pasando por el monoamortiguador trasero con sistema progresivo de bieletas Pro-Link, la horquilla invertida de 43 mm, la instrumentación 100% digital o los plásticos. Incluso conserva el guardabarros delantero elevado, aunque la decoración de sus plásticos es distinta.
Este modelo, al igual que la CRF250L o la CBR 250, se fabrican en Tailandia. Evidentemente, los tres modelos comparten el mismo motor monocilíndrico, de consumo realmente parco ya que la marca declara 2,94 litros a los 100, lo que significa una autonomúia cercana a los 250 km.
La marca no ha declarado todavía su precio de venta, pero no debería diferir en exceso del precio de su hermana trail CRF250L, de 4.459 euros. Estará disponible en los concesionarios a partir del mes de junio.
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